Cuándo acudir al especialista si el embarazo no llega

Por Francesco Garabello.- A partir de los 35 años, las chances de que una mujer sea madre comienzan a disminuir, aún con la ayuda de la medicina reproductiva. Según especialistas y ONGs, estar informados permite tomar una decisión a tiempo.

A mayor edad de la mujer, menores son sus posibilidades de lograr el embarazo aún recurriendo a las técnicas de la medicina reproductiva. Por este motivo, especialistas de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR) y referentes de la asociación civil CONCEBIR, enfatizan en la necesidad de buscar una solución a tiempo.

“Puntualmente, a partir de los 35 años comienza el descenso de la tasa de fertilidad, lo que la ubica en una situación desventajosa respecto de la tendencia actual de postergar la maternidad para priorizar su trabajo o estudio”, reveló a Docsalud.com el doctor Gabriel Fiszbajn, jefe de medicina reproductiva de CEGyR.

Pese a conocer la “advertencia del reloj biológico”, no son pocas lasque se aventuran a posponer la búsqueda de un hijo para después de los 40. “Así sea por cuestiones de realización personal o porque las parejas tardan más en afianzarse, retrasar el proyecto de concebir tiene un alto impacto en la capacidad reproductiva de la mujer”, advirtió el doctor Sergio Papier, presidente de SAMeR.

“Hace 50 años las chances de concretar el embarazo en el primer mes de búsqueda eran del 32% y, al año, trepaban al 85%. Hoy en día, la tasa de concepción es menor al 20%, básicamente por la edad en la que la mujer decide encarar el proyecto de ser madre”, añadió el médico especialista en medicina reproductiva.

“Si luego de un año de intentarlo no se obtienen resultados positivos, la pareja debe concurrir directamente a la consulta con un especialista en reproducción para no perder tiempo”, aseveró Fiszbajn. Esto suele ocurrir en el 15% de los casos y, según indican los expertos no siempre resultan claras las causas de infertilidad.

“En mujeres por arriba de los 35 años, sobre todo si tienen algún antecedente que haga sospechar un problema de fertilidad en ella o en su pareja, se puede consultar pasados los seis meses de búsqueda”, agregó Papier.

Según el Registro Argentino de Fertilización Asistida (RAFA), con datos de 15 centros de todo el país en el período 2004-2008, mientras que en 2004 los tratamientos en mujeres de 35 años eran el 47%, en 2008 la tasa descendió al 39%, en tanto que se elevó el porcentaje de tratamientos en mujeres que superan esa edad.

El problema es que “la mayoría no tiene información adecuada acerca del impacto que ello pueda ocasionar en su fertilidad. Más allá de los adelantos científicos, la edad de la mujer influye sobre la calidad de sus óvulos a partir de los 35 años, tanto con tratamientos de fertilización asistida de baja como de alta complejidad”. Los datos del RAFA mostraron que la tasa de embarazo promedio en menores de 35 años fue de 33%, mientras que en mujeres de 35 a 39 años fue de 28% y en mayores de 40 años descendió a 12%.

Según Isabel P. de Rolando, fundadora y presidenta de Concebir, “es importante que las parejas tomen conciencia que los tratamientos de fertilización asistida no solucionan todo, que no deben poner todas la expectativas en ellos al retrasar la maternidad y que cuanto antes se llegue a la consulta, mayores serán las chances de éxito. Las actuales técnicas disponibles solucionan determinados problemas, siendo la tasa de embarazo promedio del 35 %”.

“Existen conceptos equivocados sobre la edad de la mujer y se capacidad de embarazarse. Entre otros, los casos de ‘madres-abuelas’ propician el discurso de que hoy es posible ser mamá a cualquier edad, lo cual no es cierto ni recomendable. Por lo tanto, la información que se brinda debe ser más real”, agregó Fiszbajn.

La infertilidad es una enfermedad reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que afecta a una de cada seis parejas. Sin embargo, para la legislación argentina, ser infértil no es una aún considerada una patología , por lo que los afectados deben costear los exámenes de diagnóstico, la medicación y los tratamientos para intentar tener un hijo.

“La falta de información hace que se demore dicha consulta; también el no concurrir a un Centro Especializado y la no cobertura de la consulta y tratamiento, al no tener Ley de Fertilización Asistida Nacional, razón por la cual muchas parejas quedaron en el camino por problemas económicos a pesar de estar bien informadas”, aseveró Estela Chardón, Fundadora y Coordinadora General de Concebir.

Mejores resultados a menor edad

Un informe publicado por el Registro Latinoamericano de Reproducción Asistida (RLA), un órgano de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida (Red LARA), recopiló datos de 22 centros argentinos entre 1990 y 2009. En esos 20 años, el número de procedimientos se multiplicó, pasando de 741 en 1990 a 9773 en 2009.

No obstante, es posible apreciar que a mayor edad de la mujer, menor es la tasa de embarazo. Al utilizar las técnicas de fertilización in vitro (FIV) e inyección intracitoplasmática de espermatozoides (ICSI), ambas de alta complejidad, se observa que si bien la tasa va mejorando año a año, en la mujer menor de 40 años la tasa de embarazo oscila entre el 32 y el 35%, mientras que para la mayor de 40 años la cifra se reduce a 18%.

Otros datos del Informe RLA muestran cómo se ha logrado mantener la tasa de éxito de embarazos transfiriendo menos embriones, lo que disminuye enormemente la probabilidad de embarazos múltiples. El número de gestaciones triples se ha ido reduciendo en forma sistemática, y ya no se observan embarazos cuádruples. Inclusive fue disminuyendo el número de gestaciones gemelares, lo que habla de un perfeccionamiento de las técnicas a lo largo de los últimos 20 años.

El acceso de la población a estas técnicas también creció: mientras que en 2000 era de 100 ciclos por millón de habitantes, en 2009 llegó a 242 por millón. Hoy se estima que en nuestro país se realizan más de 10 mil ciclos por año.

“El acceso a tratamientos ha ido en aumento a lo largo de todo este período, incluso en momentos difíciles del país como lo fue la crisis del 2001. Esto demuestra la importancia que representa para una pareja el deseo de concretar la paternidad que, aún en situaciones económicas desfavorables, hace lo imposible por acceder a los tratamientos”, concluyó Papier.

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