La primera vacuna en el mundo contra el Virus Sincicial Respiratorio (VSR), un mal de alta incidencia a nivel mundial y que en lactantes genera graves dificultades respiratorias, fue desarrollada por científicos chilenos, que esperan esté disponible al público en cuatro o cinco años más.
El nocivo patógeno es responsable de miles de muertes y hospitalizaciones de lactantes cada año en todo el mundo, al ocasionar cuadros graves de bronquitis obstructivas, infecciones de las vías respiratorias altas y neumonía en los casos más severos.
Durante el invierno Chile, ayudado por la contaminación ambiental y la humedad, el VSR es responsable de ocho de cada 10 hospitalizaciones de menores de dos años, pero también afecta a adultos.
«El impacto de la vacuna podría ser enorme, dado que el Virus Sincicial es el principal problema de salud en infantes en Chile y en la mayor parte de los países», explicó a la AFP el doctor Alexis Kalergis, quien lidera el equipo de científicos que desarrolló la vacuna en el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia.
Después de 10 años de desarrollo, grupo de investigadores logró desarrollar una vacuna para prevenir el VRS. El antídoto fue ya patentado en Estados Unidos en 2013 y recientemente lo hizo en China.
Los científicos están listos ahora para iniciar las pruebas en humanos. Los estudios preclínicos en animales resultaron exitosos, cruzando todas las barreras de seguridad y permisos requeridos por la agencia de alimentos y medicinas (FDA) estadounidense.
Restan todavía otros estudios clínicos y el análisis de los resultados que estos arrojen para que la vacuna pueda ser comercializada.
«Asumiendo que contamos con financiamiento (para los estudios clínicos) y los resultados son favorables, podríamos disponer de la vacuna en cuatro o cinco años», afirmó Kalergis.
El objetivo final es poder agregar este producto a los programas de inmunización de los recién nacidos, que en Chile considera la vacuna contra la tuberculosis o BCG las primeras horas después del parto.
«El objetivo final es una dosis al nacimiento, a fin de que proteja contra la enfermedad los dos primeros años de vida. Sin embargo, debemos primero realizar estudios de seguridad y respuesta inmune en adultos voluntarios», explicó el científico, profesor de la facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Católica de Chile.