Destacan la importancia de una farmacovigilancia adecuada para la calidad de los remedios

La directora del Comité Científico del Congreso ETIF 2010, Irma Ercolano, destacó que los sistemas nacionales deberían verificar el cumplimiento de las buenas prácticas en la fabricación de fármacos, ya que el paciente no tiene elementos para evaluar la calidad. El intercambio de información entre países garantiza que se tenga a escala global la ecuación beneficio-riesgo de cada medicamento.

La calidad de los medicamentos es una condición indispensable para que puedan ejercer la acción terapéutica esperada y mejorar la calidad de vida de la población. A partir de informes y estadísticas especializadas, la investigación de nuevas sustancias terapéuticas en el siglo XX, ha contribuido a una disminución considerable de enfermedades relevantes entre las que se encuentran las infecciosas con una reducción del 80%, arteriosclerosis con el 68% y un 67% para afecciones ocasionadas por la hipertensión arterial, entre otros.

Según Irma Ercolano, adjunta de la Facultad de Farmacia – UBA Departamento de Tecnología Farmacéutica y Directora del Comité Científico ETIF 2010, el desafío de la calidad «comienza desde la fase de investigación y desarrollo tomándose como premisa la evaluación de la eficacia y seguridad del fármaco, continuando luego con la selección de la calidad de la sustancia activa y de los excipientes, la realización de pruebas preclínicas, clínicas, toxicológicas, de biodisponibilidad y de estabilidad».

«Por lo tanto, el problema de la calidad de los medicamentos es sumamente complejo, interviniendo una importante cantidad de variables que por su especificidad no son accesibles para el conocimiento del paciente, situación que lo ubica como un receptor pasivo del producto con el que asegura la calidad de su vida», dijo Ercolano. En ese sentido, la especialista indicó que el paciente «no tiene elementos para evaluar calidad, sino que solo podrá discriminar en algunos casos los costos».

En consecuencia, el aseguramiento de la calidad del fármaco «depende del accionar de sistemas nacionales sólidos que verifiquen el cumplimiento de las buenas prácticas que se aplican para la manufactura, una biodisponibilidad que vincule evacuadamente la dosis administrada con la concentración en el sitio biológico donde se ejerce la acción terapéutica», dijo la farmacéutica.

Además, resaltó «otros factores condicionantes como la calidad de los principios activos, excipientes y la estabilidad del producto que asegure que el medicamento mantiene todas sus propiedades mientras se encuentre dentro de la fecha de vencimiento por supuesto manteniendo las condiciones indicadas en el prospecto (conservar a temperatura inferior a 30 grados, mantener entre 2 y 8, no congelar, etc.)».

En la actualidad, el desarrollo tecnológico con gran impacto en las formas y medios de comunicación como Internet, prensa, revistas y otros, hacen que los pacientes se conviertan en una demanda exigente, pasando desde la información de la pasividad del receptor en un sujeto activo que comparte la información que anteriormente era exclusiva para el ámbito médico.

Esta situación de ser efectivamente canalizada ayuda a una eficiente farmacovigilancia posibilitando la adopción de medidas oportunas. A partir de ellas “se obtiene una mayor información sobre la ecuación beneficio-riesgo de cada medicamento y se favorece la prevención y detección de los efectos adversos. El intercambio de esta información a escala mundial fortalece la seguridad de la administración del medicamento y de ser necesario puede transformarse en decisiones normativas oportunas que salvaguarden la seguridad de los pacientes», manifestó Ercolano.

La especialista indicó que «si bien la implementación de farmacovigilancia es una responsabilidad compartida entre las autoridades competentes y profesionales de la salud, en los momentos actuales, los pacientes también contribuyen a optimizar la información a partir de la comunicación a la autoridad sanitaria o Laboratorio productor de una posible reacción adversa o bien repuesta terapéutica deficiente».

 
«De esta manera se incentiva la confiabilidad sobre los efectos perjudiciales de un fármaco y se facilita la información precisa para mayor seguridad de uso», dijo.

Al respecto, comentó que esta complejidad de situaciones y de parámetros intervinientes para asegurar la calidad del fármaco «genera un cuadro de alta exigencia para los profesionales involucrados en este ámbito».

 
«Es necesaria la capacitación continua, un mayor intercambio de información así como de transferencia de experiencias e información actualizada en tecnologías específicas entre otras», añadió Ercolano.

Además, comentó que una forma de favorecer esta necesidad de intercambio, es realizada en ETIF 2010, Congreso y Exposición Internacional, dedicado a la Industria Farmacéutica y afines, en el que se desarrollaran más de cien conferencias específicas a cargo de destacados profesionales líderes en las respectivas áreas y complementando el Congreso se presenta una importantísima exposición de equipamiento de última generación.

ETIF 2010 el Congreso y Exposición para la Industria Farmacéutica y afines, celebrará este año su sexta edición, entre el 19 al 22 de octubre, en las instalaciones del recinto ferial Centro Costa Salguero, para cumplir con su objetivo de nuclear a los profesionales de la salud para favorecer el intercambio académico industrial que posibilite consolidar la calidad de los medicamentos, incrementar niveles de confiabilidad terapéutica y por lo tanto mejorar la calidad de vida de la población.

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