El Ministerio de Salud recomendó aumentar el consumo de frutas y verduras en las dietas argentinas, para prevenir enfermedades coronarias, casos de cáncer del tubo digestivo y accidentes cerebrovasculares.
La cartera sanitaria, en vísperas del Día del Nutricionista que se celebra el 11 de agosto, dio un informe en el que señaló que sólo el 4,8% de la población consume cinco porciones diarias compuestas por frutas y vegetales, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En ese sentido, el ministro de Salud, Juan Manzur, indicó que «los argentinos, en promedio, consumen por día menos de la mitad de frutas y verduras que las recomendadas por la OMS”.
Manzur consideró que «ese es un dato a tener en cuenta, ya que la ingesta insuficiente de esos alimentos ocasiona el 31% de la enfermedad coronaria, el 19% de los cánceres del tubo digestivo y el 11% de la enfermedad cerebrovascular”.
Los datos sobre los hábitos alimentarios de los argentinos surgen de la Primera y Segunda Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, realizadas por la cartera sanitaria nacional en 2005 y 2009, respectivamente.
De esos estudios, se desprende que menos del 5% de la población consume las cinco porciones diarias entre frutas y verduras, lo que equivale a los 400 gramos recomendados por la OMS.
El promedio de porciones al día consumido por habitante de frutas y verduras en la Argentina es de 1,9% y sólo el 37,6% de la población consume verduras todos los días y el 35,7% frutas.
Manzur advirtió que «todavía no tenemos la suficiente conciencia respecto del problema que significa realizar una alimentación poco saludable” y pidió a los argentinos “modificar los hábitos alimentarios e incrementar el consumo de frutas y verduras, para tener una mejor calidad de vida y más salud”.
Otro de los puntos relacionados con la mala alimentación es el sobrepeso y la obesidad, debido a que las comidas poco saludables son más ricas en grasas y sales que dañan el organismo.
Marina Kosacoff, subsecretaria de Prevención y Control de Riesgos, indicó que «en Argentina, más de la mitad de la población, un 53,4%, presenta exceso de peso».
Alertó que hay un aumento «significativo de la obesidad, que pasó del 14,6 al 18% en el país» e insistió en que «la alimentación no saludable genera una carga de enfermedad sustancial».
La funcionaria señaló que «a través de una ingesta elevada de sodio, grasas saturadas y trans e hidratos de carbono simples se generan cuadros de hipertensión arterial, aumento del colesterol, diabetes, sobrepeso y obesidad”.
Asimismo, Kosacoff recordó que es frecuente la “ingesta insuficiente de alimentos ricos en fibras, grasas poliinsaturadas, frutas y verduras, los que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer”.
Agregó que «las deficiencias nutricionales están ligadas a impedimentos en el rendimiento intelectual, la capacidad de trabajo, la salud reproductiva y la salud general durante la adolescencia y la edad adulta”.
En tanto, Sebastián Laspiur, director de Promoción de la Salud y Control de Enfermedades No Transmisibles, sostuvo que «una alimentación saludable es aquella que aporta de forma equilibrada todos los nutrientes y la energía para mantenerse sano”.
Destacó que «para realizar una alimentación variada hay que incorporar diariamente alimentos como cereales integrales y legumbres, frutas y verduras, leche, yogurt y quesos descremados, carnes magras, huevo y aceite como condimento”.
Además, se indicó en el informe que es necesario moderar el tamaño de las porciones para mantener un peso saludable, ya que de ese modo se previenen enfermedades como hipertensión, diabetes, enfermedades cerebro y cardiovasculares y cáncer.
También, según el informe del Ministerio, una alimentación sana y un peso saludable mejora la autoestima, el estado de ánimo y se previenen complicaciones en embarazos y cirugías.