El entorno familiar, espacio habitual de maltrato contra la mujer

Amnistía Internacional afirmó hoy, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que «el entorno familiar se ha transformado en un espacio habitual donde se ejerce la violencia contra las mujeres y generalmente queda impune».

Las mujeres de todo el mundo, advirtió la entidad, tienen mayor probabilidad de ser lastimadas, violadas o asesinadas por su pareja actual o anterior que por otra persona.

«El domicilio privado es para millones de mujeres un lugar de sufrimiento, donde reciben maltrato, tortura e incluso la muerte«, dijo un comunicado de la oficina de Amnistía en Santiago.

En Chile, el 35% de las mujeres sufre violencia intrafamiliar y una mujer maltratada es asesinada cada semana.

La entidad añadió que existen otras circunstancias que inducen y agravan la violencia, por ejemplo en los países con conflictos armados, como Colombia, en el cual las partes involucradas atacan deliberadamente a mujeres y niñas para explotarlas como esclavas sexuales, sembrar el terror en las comunidades y facilitar así el control militar del territorio.

También, dijo Amnistía, «muchas mujeres, por pertenecer a una determinada minoría étnica, son sometidas a esterilizaciones forzosas y otros tratos crueles. Muchas emigrantes ven vulnerados sus derechos, sufren discriminación y, en algunos casos, se las somete a abusos sexuales por parte de policías, guardiacárceles, guardias de fronteras y funcionarios de inmigración».

La legislación internacional responsabiliza a los Estados de las violaciones de derechos humanos cometidas tanto por agentes estatales como por particulares. Esta responsabilidad incluye prevenir, investigar y sancionar la violencia, así como reparar a las víctimas.

Mencionó la situación de Nicaragua, donde «cada día, muchas niñas nicaragüenses sufren el horror de la violencia sexual en silencio, por no arriesgarse al rechazo que a menudo sufren cuando hablan de lo sucedido».

La ausencia de programas gubernamentales para concientizar a la población sobre la violencia sexual y cambiar las conductas sociales significa que, a menudo, es a la víctima a quien se culpa, y no al agresor.

Amnistía Internacional extendió su preocupación por la violencia que sufren muchas mujeres en lo relativo a los derechos sexuales y reproductivos. En el mundo, 200 millones de mujeres no tienen acceso a métodos anticonceptivos o a información para controlar su fertilidad.

Esta situación está unida a la falta de una asistencia médica adecuada que provoca la muerte de 500 mil mujeres cada año, sobre todo en los países en desarrollo, por complicaciones derivadas del embarazo y parto.

Más de un millón de niños y niñas se quedan huérfanos de madre cada año. Cuando una mujer muere, su familia se empobrece aún más. «Los Estados deben garantizar que ninguna mujer fallezca por causas evitables y poner fin, de una vez a esta violación a gran escala del derecho de las mujeres a la vida y a la salud«, completó Amnistía.

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