Un estudio realizado privado a más de 1200 argentinos que residen en áreas urbanas reveló que el tráfico se erige como el principal sonido enervante en Capital Federal y Gran Buenos Aires, mientras que las ciudades de Córdoba y Rosario, los emanados de las obras de construcción son los que más ponen nerviosos a los habitantes. Los datos fueron compartidos en el marco del Día Mundial del Ruido, que se conmemora cada 25 de abril.
De acuerdo con el trabajo, la contaminación sonora afecta al estado de ánimo de las personas y las mujeres son más sensibles a ellos. A la hora de buscar espacios de relax, en la Ciudad de Buenos Aires la población tiende a tener una mayor capacidad de aislarse de los sonidos, es decir, que cuando busca relejarse en general eligen haciéndolo con música o sonido ambiente, a contario que quienes viven en Córdoba y entienden al momento de relax con la ausencia de sonidos o música.
“La vida cotidiana nos enfrenta a una suma de factores que perjudican la audición en forma progresiva a lo largo de los años. La contaminación sonora puede traer algunas complicaciones como pérdida de capacidad auditiva, interferencia en la comunicación, malestar, estrés, nerviosismo, trastornos del aparato digestivo, enfermedades cardiovasculares, disminución del rendimiento laboral, incremento de la posibilidad de accidentes laborales y cambios en el comportamiento social”, señaló Mónica Matti, fonoaudióloga y Responsable de Gaes Médica, empresa que estuvo a cargo del estudio.
Otro dato que se desprende del sondeo es que a la hora de realizar tareas domésticas como cocinar, hacer deporte, trabajar o comer, los argentinos prefieren hacerlo con algún sonido ambiente. Pero si de leer, dormir o estudiar se trata, se prefiere el silencio.
La contaminación sonora es un problema que afecta en general a las grandes ciudades. En argentina, 8 de cada 10 individuos menciona haber tenido pitidos en los oídos. Si bien el origen de este problema puede ser diverso y no siempre es constante, los jóvenes son quienes más los sufren.
De acuerdo con datos de la OMS, alrededor de 466 millones de personas en todo el mundo padecen pérdida de audición discapacitante, y de ellos 34 millones son niños. Para el año 2050, se calcula que una de cada 10 personas sufrirá una pérdida de audición discapacitante. La exposición al ruido en contexto recreativo afecta en su mayoría a los más jóvenes, de entre 12 y 35 años, quienes se encuentran en riesgo de padecer la pérdida de audición debido a los altos decibeles de sonido que se encuentran en las ciudades.
El Día Mundial contra el Ruido es una campaña internacional creada por el Center of Hearing and Communication (CHC), en 1996. El objetivo es el de concientizar a los ciudadanos sobre este contaminante ambiental, alertando sobre los efectos adversos para el bienestar y la salud de las personas.