Embarazadas, más susceptibles a morir por violencia que por causas médicas

Un estudio en EEUU evidenció que son más las mujeres preñadas que fallecen por asesinato o suicido que por cuestiones asociadas al período de la gestación. El hallazgo propone prestar más atención a los problemas domésticos durante los controles.

Las conclusiones del reciente estudio sugieren prestar más atención a la situación doméstica de las mujeres durante los controles prenatales.

Las embarazadas son más propensas a morir por asesinato o suicidio que por muchos de los problemas médicos más comúnmente relacionados con la gestación, reveló un estudio efectuado en EEUU.

Aproximadamente la mitad de esas mujeres que fallecen violentamente tenían algún tipo de conflicto con sus parejas actuales o previas, según los resultados publicados en la revista Obstetrics and Gynecology. Este hallazgo lleva a los expertos a pedir que se preste mayor atención a los problemas domésticos durante los controles en el período de gestación.

«Hemos visto mejoras en las causas más tradicionales de muerte, sobre todo debido a avances en la atención médica y las prácticas de salud pública», dijo Christie Palladino, obstetra y ginecóloga de la Georgia Health Sciences University en Augusta y autora del estudio. Pero añadió que lo que halló este nuevo estudio “es especialmente problemático, porque las muertes violentas pueden detenerse”.

La investigación, que empleó datos del Sistema Nacional de Reporte de Muertes Violentas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, examinó el período 2003-2007.

Cerca de tres de cada 100.000 mujeres embarazadas o con un hijo de menos de 1 año de edad fueron asesinadas, y dos de cada 100.000 se suicidaron, cifras que se mantuvieron prácticamente constantes en los años investigados. No obstante, menos de dos de cada 100.000 mujeres murieron por hemorragias relacionadas con el embarazo; desarrollo inadecuado de la placenta; o preeclampsia, una complicación gestacional por la que puede aumentar la presión sanguínea durante esta etapa, según otro grupo de datos.

Las mujeres que se suicidaron solían ser blancas o nativas, solteras y mayores de 40 años. Las más adultas y aquellas menores de 24 años corrían más riesgo de ser asesinadas, al igual que las afroamericanas y las que no estaban casadas.

«Creo que aún se subestima el riesgo y probablemente hay menos control del que debería haber», dijo Linda Chambliss, directora de medicina fetal y materna de Hospital y Centro Médico St. Joseph en Phoenix, quien no participó del estudio. «Incluso aunque los números sean relativamente pequeños, estamos hablando de algo que es prevenible», añadió.

El Sistema Nacional de Reporte de Muertes Violentas incluye todos los registros de decesos de los estados participantes del país, aunque en algunos casos se desconoce la condición de embarazo de la víctima. Palladino y sus colegas excluyeron esos registros de su estudio.

”El embarazo es una oportunidad única para trabajar en la prevención de suicidios y asesinatos, particularmente aquellos relacionados con la violencia doméstica, dado que las mujeres acuden regularmente a la atención médica”, dijo Palladino.

«Queremos asegurarnos de que intervenimos antes de que esto tenga consecuencias realmente desastrosas», añadió la autora.

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