Los hábitos de vida saludables como una dieta equilibrada, la actividad física y no fumar son herramientas «tan simples como eficaces» para prevenir la enfermedad renal crónica (ERC), una dolencia creciente en la Argentina que afecta al 12% de la población mayor de 20 años y tiene un elevado impacto en el gasto en salud. Así lo reseñó un informe elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación, en el marco del Día Mundial del Riñón.
«El gran desafío es que la gente no se enferme, por eso es fundamental trabajar en el cambio de hábitos», dijo el ministro Juan Manzur, en una reunión en su despacho con sociedades científicas y técnicos con motivo del Día del Riñón.
Entre los participantes estaban el presidente del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), Carlos Soratti, y representantes de la Sociedad Argentina de Nefrología.
«El Incucai funciona para todos y es un ejemplo de armonización del sistema sanitario», afirmó Manzur. «Hoy Argentina está en una posición de excelencia en materia de donación y trasplante de órganos. Trabajamos para que en un tema tan complejo, todos los argentinos tengan las mismas oportunidades de acceso», aseveró.
En la reunión se destacó la implementación del Plan de Desarrollo de Trasplante Renal, impulsado por el ministerio, con acciones que permitieron en 2011 «financiar el 93%» de estas operaciones. A su vez, el programa ayudó a que «un tercio de los pacientes que esperan un órgano se trasplanten dentro del año de haber ingresado a la lista».
El Día Mundial del Riñón se conmemora cada segundo jueves de marzo para fortalecer la conciencia sobre el cuidado de la salud renal. Este año su lema es “Riñones para la vida: dona, recibe”.
En la Argentina, según el informe de la cartera sanitaria, «las principales causas prevenibles de enfermedad renal son la hipertensión y la diabetes». Pero también las personas con otras condiciones como colesterol elevado, fumadores, riesgo alto de presentar problemas cardio y cerebrovasculares o antecedentes de problemas cardíacos y cerebrales, “también se les recomienda evaluar periódicamente el funcionamiento de los riñones», indicó el trabajo.
En la Argentina, el incremento de la obesidad registrado entre 2005 y 2009 por la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud (de 14,6 a 18%) y en forma relacionada, el de la diabetes (8 a 9,6%) “pueden condicionar un aumento del número de personas en riesgo de presentar enfermedad renal crónica», agregó el documento.
El sondeo indicó además que el 34,8% del total de la población de 18 o más años y presenta hipertensión, el 9,6% diabetes y el 39% alguna de estas dos condiciones, es decir que más de uno de cada tres argentinos presenta un riesgo incrementado de desarrollar enfermedad renal crónica.
«El trasplante renal es la alternativa más eficaz para tratar la ERC. Además de generar una mejor calidad de vida para el paciente, tiene una diferencia de costo considerable, ya que un año de tratamiento en diálisis cuesta alrededor de 95.000 pesos, mientras que la medicación inmunosupresora destinada a un trasplantado renal unos 20.000», concluyó el informe.