Un dispositivo podría analizar automáticamente a los niños pequeños para detectar si tienen autismo en base a su modo de hablar, señalaron investigadores estadounidenses. Para tal fin, un equipo usó un pequeño grabador que entra en un bolsillo para examinar las palabras que dice un niño durante el día y un programa de software que evalúa la manera en que emiten ciertos sonidos.
Los investigadores, liderados por Kimbrough Oller, de la University of Memphis, analizaron más de 3 millones de palabras silábicas, recolectadas de casi 1.500 grabaciones de 232 niños de entre 10 meses y 4 años.
El programa identificó correctamente los casos de autismo en el 86% de las veces. El análisis también pronosticó la edad de un niño en típico desarrollo, indicó el estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
«Si bien los médicos dicen desde hace años que los niños autistas suenan raro al hablar, hasta ahora no había un modo práctico de usar la vocalización como parte del diagnóstico o la detección», dijo Oller, profesor de audiología y patologías del lenguaje y el habla.
El especialista identificó patrones del habla y ayudó a desarrollar un método de control. Los test fueron realizados en inglés, pero Oller dijo que la técnica podría aplicarse en otros idiomas. «Aún no se ha probado, pero todo indica que debería funcionar», agregó.
Los médicos ahora diagnostican el autismo analizando una serie de aspectos de la conducta y el habla de los niños, incluyendo cuánto hablan a cierta edad y si hacen contacto visual con otras personas.
«El autismo es un desorden multifactorial que tiene varias dimensiones conductuales para considerar. La vocalización es claramente una importante», sostuvo Oller. «Pero no creo que deba ser usada exclusivamente», advirtió.
El especialista, que estudia el aprendizaje del lenguaje y su evolución, identificó cómo la formación de las diferentes sílabas cambia durante los primeros cuatro años de vida.
En vez de decir «ba» en medio de una palabra más larga, por ejemplo, un niño pequeño al principio puede decir «ba-a», con una especie de ‘staccato’ o temblor», dijo Oller. El desarrollo del habla de un chico autista no sigue esos patrones típicos, de acuerdo al análisis.
El software distingue entre los interlocutores y procesa los sonidos emitidos solamente por los niños estudiados. Las grabaciones de todo el día permiten a los investigadores analizar su modo natural de hablar.
Infoture Inc desarrolló el dispositivo y el software. La compañía fue disuelta en febrero del 2009 y se constituyó nuevamente como la Fundación LENA, una organización sin fines de lucro, que sigue financiando la investigación.