Estiman que la dieta y el estilo de vida tienen poco efecto sobre el Alzheimer

Un panel de expertos encontró poca evidencia de que comer sano o hacer ejercicio reduzca los riesgos de contraer la demencia. Pero sugirió adoptar hábitos saludables para prevenir otras enfermedades crónicas.

Hallan poca evidencia de que los factores de riesgo modificables incidan en el Alzheimer

No existe evidencia fuerte de que ningún cambio en la dieta o estilo de vida pueda reducir el riesgo de una persona de desarrollar Alzheimer, señaló un panel del Gobierno estadounidense.

Los expertos reunidos por los Institutos Nacionales de Salud de EEUU examinaron los registros de estudios sobre si la dieta, el ejercicio, los suplementos nutricionales y las enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión afectan el riesgo de una persona de contraer la condición neurodegenerativa.

El equipo halló que algunos signos de diabetes, colesterol alto y tabaquismo podrían elevar el riesgo de Alzheimer. Y encontró que consumir una dieta de tipo mediterránea -elevada en grasas saludables, frutas y vegetales-, tomar ácido fólico, disminuir el consumo de alcohol y mantener el cuerpo y la mente en forma parece disminuir el riesgo. Pero en cada caso, la evidencia no fue lo suficientemente fuerte como para asegurarlo, indicó el panel.

«Aunque numerosos estudios han investigado los factores de riesgo y posibles terapias para la enfermedad de Alzheimer, existen brechas importantes en el conocimiento científico», escribió el equipo de la doctora Martha Daviglus, de la Escuela de Medicina de la Northwestern University en Chicago, en Archives of Neurology.

«Actualmente, no pueden delinearse conclusiones firmes sobre la relación de cualquier factor de riesgo modificable con la enfermedad de Alzheimer, y la evidencia es insuficiente para respaldar el uso de cualquier intervención en el estilo de vida o con suplementos alimentarios para prevenir el Alzheimer», añadió el panel.

La edad sigue siendo el factor de riesgo más confiable de la enfermedad, que afecta a 26 millones de personas en todo el mundo. Las personas con una variación específica de la apolipoproteína E o gen APOE también corren mayor riesgo.

El panel estadounidense instó a la realización de más ensayos clínicos y estudios de base poblacional a gran escala y largo plazo para evaluar qué -si es que existe algo- puede hacerse para reducir o detener el avance de la enfermedad.

Mientras tanto, los expertos indicaron que las personas mayores y aquellas con familiares con Alzheimer deberían mantenerse activas y hacer todo lo que puedan para mantener una buena salud.

«Hasta que haya resultados más concluyentes disponibles, las personas deberían seguir apuntando a un estilo de vida física y mentalmente activo y saludable y a la prevención de los principales factores de riesgo conocidos de las enfermedades crónicas», sugirió el panel.

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