Estiman que medir calcio en coronarias predeciría afecciones cardiacas

El objetivo del trabajo era determinar si la prueba debía ser añadida a otros exámenes. Se realizó en 8 años y registró los índices de casi 6.000 personas que no padecían enfermedades cardiovasculares.

Medir los depósitos de calcio en las arterias coronarias podría ayudar a predecir mejor el riesgo de enfermedades cardiovasculares, según un estudio. Investigaciones anteriores ya habían mostrado que la acumulación del elemento en el interior de ellas está ligado a las enfermedades cardiovasculares, destaca el doctor Tamar Polonsky, de la facultad de medicina de la Universidad Northwestern en Chicago (Illinois, norte).

Este cardiólogo es el principal autor del estudio, que busca determinar si la medición de la acumulación de calcio en las coronarias debería ser añadida a los exámenes existentes.
El estudio aparece publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) fechado el 28 abril.

El coeficiente de su acumulación se determina con ayuda de un método de imágenes por computadora llamado tomodensitometría. De esta manera, los investigadores realizaron la medición en 5.878 personas que no padecían enfermedades cardiovasculares.

Luego de una media de cinco años después del estudio, llevado a cabo entre 2000 y 2008, las estimaciones del riesgo de desarrollar algún padecimiento de este tipo fueron clasificadas según dos modelos. El primero incorporaba la edad, grupo étnico, sexo, consumo de tabaco, uso de medicamentos contra la hipertensión, tensión arterial sistólica y las mediciones de colesterol de los sujetos. El segundo tomó en cuenta esos factores más el coeficiente de calcio.

A continuación, los investigadores pudieron comparar cuál evaluó mejor el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. Entre los 5.878 hombres y mujeres del ensayo clínico, 209 sufrieron un ataque cardíaco a los 5,8 años del inicio del estudio, de los cuales 122 graves o mortales.

Cerca del 23% de los que sufrieron un infarto habían sido clasificados en la categoría de «alto riesgo» gracias al segundo modelo de evaluación. Además, 13% de aquellos que no fueron víctima de un infarto fueron reclasificados como de «bajo riesgo».

En el grupo del primer modelo, pacientes de «riesgo intermediario» fueron reclasificados tomando en cuenta la medición de calcio: 16% pasaron a ser de «alto riesgo» y 39% de «bajo riesgo».

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