Estiman que operación en las rodillas no disminuye el riesgo de artritis

Se aplica a la reparación quirúrgica de ligamentos o cartílagos. Diez años después aparecen los problemas en la articulación.

La reparación quirúrgica de los ligamentos o cartílagos de las rodillas no disminuye las posibilidades de sufrir artritis ósea, según una investigación publicada por la revista Radiology. Una década después de que las lesiones iniciales se diagnosticaran con una resonancia magnética (MRI) pudo observarse osteoartritis en esa área, independientemente de que el daño hubiese sido reparado o no con cirugía.

 
«Este estudio demuestra que las lesiones del ligamento cruciforme anterior (LCA) y de meniscos incrementan el riesgo de desarrollar tipos específicos de osteoartritis en la rodilla», dijo Kasper Huétink, autor principal del trabajo y radiólogo del Centro Médico de la Universidad Leiden, en Holanda. A la vez, agregó que el tratamiento quirgúrgico no disminuye ese peligro.

 

De acuerdo con la Academia Estadounidense de Cirujanos Ortopédicos el LCA, uno de los cuatro ligamentos que conectan los huesos de la zona, se cuenta entre los que tienen lesiones más comunes. Casi la mitad de las lesiones en el LCA causan daños en otras áreas de las rodilla, como los meniscos, una porción de cartílago que funciona como amortiguador en las juntas de las rodillas. Habitualmente los médicos recomiendan la intervención quirúrgica, o artroscopia, para la reparación de estos daños.

 
La osteoartritis afecta a más de nueve millones de personas en Estados Unidos y se desarrolla, típicamente, a lo largo de varios años. Los síntomas en la rodilla incluyen dolor, rigidez, inflamación y una reducción de la movilidad de la articulación.

Para este estudio los investigadores recolectaron información ya recopilada sobre 855 pacientes e hicieron un seguimiento de 326 de ellos, que habían experimentado dolores en la articulación durante más de cuatro semanas antes del MRI inicial y del tratamiento. Los resultados mostraron que los pacientes con desgarros del LCA y el menisco corren un riesgo mayor de desarrollar osteoartritis.

La meniscetomía – la escisión quirúrgica de parte o todo el menisco desgarrado – no resultó en una reducción del peligro. «En realidad hay un riesgo más alto de desarrollar la osteoartritis de la rodilla en sitios específicos después del desgarramiento de un menisco o un ligamento cruciforme», dijo Huétink.

«Lo que mostramos con este estudio fue la relación directa ente la lesión y las consecuencias de largo plazo, y que la cirugía no tiene un impacto en los resultados a largo plazo”, concluyó.

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