Un estudio piloto, dirigido por el Hospital Centro Médico Infantil de Cincinnati, publicado recientemente en la revista Psychiatric Quarterly, sugiere una relación entre las concentraciones salivales de ciertas hormonas y la agresión en los niños.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de investigadores coordinado por el doctor Drew Barzman, psiquiatra forense de niños y adolescentes de la institución, tomó muestras de 17 chicos ingresantes de entre siete y nueve años de edad para identificar quienes eran más propensos a mostrar comportamientos violentos.
La saliva de estos niños fue recolectada en tres momentos del día y se revisó la presencia testosterona, dehidroepiandrosterona y cortisol. Según los expertos, la frecuencia y la intensidad de las agresiones están relacionadas con la concentración de estas hormonas. En refuerzo de esta teoría, Barzman expresó que cree que los estudios hormonales de la saliva “pueden ayudar a los doctores para corroborar si el tratamiento ofrecido es el adecuado”.
“Estos procedimientos sirven para anticipar los comportamientos violentos en las unidades psiquiátricas de chicos. Esperamos que esta herramienta sirva, además, para mejorar la seguridad en las escuelas”, agregó.
Los investigadores combinaron este relevamiento hormonal con el Breve Indicador de Agresividad en Chicos y Adolescentes (BRACHA, por sus siglas en inglés), un cuestionario desarrollado por el equipo de Barzman para detectar actitudes vehementes en el Centro médico de menores de Cincinnati.
“El estudio es simple, pero nos da información para avanzar en este campo”, agregó el líder de la investigación. “Todavía quedan instancias por realizar, pero nuestro objetivo es dar con una herramienta que permita anticipar las personalidades agresivas”, concluyó.
