Médicos mexicanos lograron extirpar con éxito un tumor de 15 kilogramos a un niño de dos años. El bulto pesaba incluso más que el cuerpo del propio paciente, de tan solo 12 kilogramos.
Jesús Gabriel Rodríguez, un chico originario del estado norteño de Durango, cargó en los últimos meses con una protuberancia benigna que sobresalía por el lado derecho y estaba conectada con su cuerpo desde la axila hasta la cadera. La cirugía para extirparla se realizó el pasado 14 de junio en el Centro Médico La Raza, del Instituto Mexicano del Seguro Social y duró 10 horas. El pequeño ahora se encuentra en buen estado de salud.
Gustavo Hernández, jefe del servicio de Pediatría del hospital, dijo durante una conferencia de prensa que antes de la operación, Jesús Gabriel pesaba 27 kilos en total. Había nacido una malformación que se manifestó como un tumor, que con el tiempo creció al punto de superar su propio peso.
María Edelia Fernández, madre del niño, dijo que la deformación había sido detectada a las 29 semanas del embarazo. Pero a pesar del problema, Jesús Gabriel era «como un niño normal” que caminaba, corría y gustaba del fútbol, relató la mujer.
Pero poco tiempo antes de la operación, de la que participaron ocho cirujanos, cuatro anestesiólogos y ocho enfermeras, el bulto llegó a ser inhabilitante.
Héctor Pérez, jefe del servicio de cirugía pediátrica del centro mexicano, señaló que la presencia de la protubernacia afectaba la salud del niño, quien presentaba un cuadro de desnutrición al llegar al hospital. «El tumor era el que estaba aprovechando los nutrientes», explicó.
Sin embargo, José Luis Quintero Curiel, jefe del servicio de cirugía oncológica pediátrica de la institución médica, no descartó la posibilidad de que el tumor vuelva a crecer.
Hasta ahora no se había registrado un caso similar en México, aunque está lejos de ser propiamente un récord en el mundo. En los Guinness, el bulto más grande removido es de 138,7 kilogramos, que fue extirpado en octubre de 1991 a una mujer de 34 años en California, EEUU.
