Las estrategias para ampliar y facilitar el acceso a testeos del virus de inmunodeficiencia humana fueron debatidas recientemente en las jornadas de discusión “Expansión del diagnóstico y tratamiento oportuno en personas con VIH, como un medio para la prevención de la transmisión”. Este encuentro, convocado por la Sociedad Argentina de Infectología y el Ministerio de Salud de la Nación, se desarrolló dentro de un marco de integración entre representantes de salud del sector público, privado y obras sociales.
Un punto crítico en el debate fue la importancia de expandir las oportunidades de realizarse un análisis. “Esto significa que todas personas puedan hacerse un control de VIH en cualquier consulta, ya sea con su médico de cabecera, clínico, ginecólogo o cirujano, también en los hospitales durante una internación, o en las consultas ambulatorias y en las guardias”, explicó la Dra. Gabriela Bugarin, médica infectóloga de Helios Salud.
Además, se discutió sobre la necesidad de mejorar la llegada de las personas más vulnerables a estos estudios. Esta población está integrada por aquellos individuos sexualmente activos que integran los grupos de mayor prevalencia, como los hombres que tienen sexo con hombres, los trabajadores y trabajadoras sexuales y las personas transexuales. “La estrategia es acercarnos a estas comunidades y brindarles la oportunidad de hacerse un test rápido, cuyo resultado está disponible en una hora y en caso de ser positivo, facilitar el acceso a las drogas para iniciar y mantener el tratamiento indicado”, explicó Bugarin.
En Argentina, todas las personas con VIH tienen garantizado el acceso a la medicación antirretroviral y para las complicaciones asociadas al sida. Sin embargo, a pesar de que este recurso se encuentra disponible, aproximadamente un 50 % de las personas infectadas desconocen su condición; y por lo tanto, no accede a los cuidados pertinentes.
El tratamiento iniciado en forma temprana no solamente mejora la sobrevida del paciente infectado, sino que también es una herramienta fundamental para disminuir y controlar la transmisión del virus en la comunidad. En los individuos tratados con drogas antirretrovirales, bajan las concentraciones del virus en la sangre, en el semen y fluidos vaginales y, por lo tanto, disminuye la transmisión.
“Estamos llegando tarde. Todavía, un tercio de las personas es diagnosticada con sus defensas disminuidas o su enfermedad avanzada”, señaló la médica infectóloga. Poder multiplicar las oportunidades de realizar el testeo es una necesidad del sector sanitario y de la sociedad como conjunto, a fin de poder detectar los casos y tratarlos adecuadamente.
Algunos países han universalizado el test de VIH, lo que significa que se solicita de rutina a todas las personas de la comunidad. En Argentina, la legislación actual establece que solamente se puede hacer la prueba diagnóstica si el individuo acepta y firma un consentimiento informado. “Podemos discutir si es necesario cambiar o no la legislación, mientras tanto todos nuestros esfuerzos están dirigidos a eliminar las barreras que impiden el acceso a los servicios de salud y a facilitar y ampliar las oportunidades de diagnóstico y tratamiento de VIH en toda la población”, indicó Bugarin.
Participaron también del debate los directores de los programas provinciales de sida, representantes de OPS, ONUSIDA, del Programa Nacional de Sida de Uruguay y de Chile y del Ministerio de Salud de Brasil. “Fue una jornada muy integradora, en la que estuvieron todos los sectores representados, incluyendo a las obras sociales y medicina prepaga, que constituye un puntapié inicial para sumar estrategias a las que ya se están implementando en el país”, concluyó la infectóloga.