Los medicamentos me caen mal

Consejos saludables de alimentación para contrarrestar los efectos adversos de los antirretrovirales. Algunos de ellos son náuseas, vómitos acidez, reflujo gástrico y diarrea.

Los antirretrovirales, medicamentos para tratar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), son sumamente necesarios para controlar la enfermedad y mejorar el pronóstico de la misma. No obstante, la mayoría de estos remedios produce efectos adversos en forma aguda, es decir en las primeras horas o días después de su toma, y sólo en algunos casos generan efectos secundarios a largo plazo.

 

Algunos síntomas agudos son náuseas y vómitos, acidez y reflujo gástrico y/o diarrea. Es muy importante saber que la intensidad de éstos va disminuyendo en forma paulatina a medida que avanzan los días y, en general, no se prolongan más allá del mes de iniciado el tratamiento. Para contrarrestar los malestares se pueden realizar cambios en la alimentación y en los hábitos que la acompañan.

 

Algunos casos:

1. Contra las náuseas y vómitos

Las aguas saborizadas y sin gas, ingeridas en cantidades pequeñas y frecuentes (20-30 ml cada 10, 15 minutos) ayudan a calmar las náuseas y vómitos.

Las infusiones (té o mate cocido) deben ser livianas, esto significa que no deben estar muy cargadas.

Comer unas galletas o tostadas secas antes de levantarse puede ayudar a disminuir la sensación de náusea, a veces se toleran mejor a los alimentos salados del estilo de tostadas light, galletas o cereales.

En general, las bebidas y alimentos fríos se toleran mejor que las comidas calientes.

Buscar distintas ocupaciones durante el día (leer, realizar actividad física, escuchar música) ayudan a no pensar continuamente en el malestar. 

 

Realizar:

Comidas pequeñas y frecuentes, por ejemplo 6 por día.

Comer despacio y masticar bien.

Elegir alimentos blandos, con poco olor, levemente condimentados y de elaboración simple (pescado, pollo, arroz, pasta, papa, cereales como avena o sémola, compota, puré de fruta no ácida o en almíbar)

 

Evitar:

Acostarse al terminar de cenar.

Beber líquidos con las comidas, es mejor hacerlo entre tomas.

Ambientes con olores a comidas, desagradables o fuertes.

Alimentos grasos o muy condimentados.

 

 

2. Acidez y Reflujo Gástrico

Después de las comidas, no acostarse, y en caso de hacerlo, mantenerse incorporado con una almohada bien alta o en triángulo.

Las preparaciones culinarias deben ser: hervidas, al vapor, plancha o en papel metalizado. Evitar los alimentos tostados o que al cocinarlos se le forme una costra tostada o gratinada.

Al momento de comer, la temperatura de los alimentos debe ser templada, ni muy fría ni muy caliente.

 

Realizar:

Comidas pequeñas y frecuentes.

Ingerir despacio y masticar bien.

Elegir alimentos blandos, condimentados con hierbas aromáticas (pescado, pollo, arroz, pasta, papa, verduras y frutas cocidas)

Preferir productos bajos en grasas (leche y quesos descremados, carnes magras)

Agregar el aceite crudo, al finalizar la cocción.

 

Evitar:

Bebidas como el café, el mate cebado, las gaseosas, en especial las colas, y las alcohólicas.

Cítricos, picantes y nuez moscada, ajo, cebolla, pimiento, coles, fritos, alimentos grasos, chocolate, menta.

Beber líquidos con las comidas, es mejor hacerlo antes, después y lejos de las mismas.

 

3. Diarrea

La ingesta de alimentos líquidos y sólidos debe ser frecuente(al inicio de cada hora o cada dos horas) y en poca cantidad, ampliando el horario y las porciones según la resistencia.

 

Iniciar la dieta por FASES de acuerdo a la tolerancia:

 

1ª Fase

Después de un tiempo de ayuno, según indicación médica, iniciar la ingesta de pequeñas cantidades con agua de arroz.

Preparación del agua de arroz: hervir 100 gr. de arroz o 5 cucharadas soperas en 2 litros de agua, agua con limón o infusión de té clara con sacarina, caldo de manzana o gelatina light.

 

2ª Fase

Además de los líquidos anteriores, introducir: caldos sin grasa, sopa de arroz, arroz hervido caldoso, en pequeñas cantidades, y pan francés tostado suave.

 

3ª Fase

Aumentar cantidades y seguir introduciendo nuevos alimentos según tolerancia: fideos finos cocidos, zanahoria en puré o cocida, pescado blanco o pollo hervido, aceite crudo, manzana o pera cocida, manzana asada, banana muy madura y jalea de membrillo.

 

4ª Fase

Aumentar cantidades y seguir introduciendo nuevos alimentos según tolerancia: pollo, ternera o pescado a la plancha, puré de verduras. Con calabaza y zapallito en cantidades muy pequeñas, manzana rallada, pera de agua muy madura.

Una vez superada la fase crítica, probar tolerancia con los restantes alimentos, en muy pequeñas cantidades y en diferentes días para comprobar su tolerancia.

 

Realizar:

 

Tomar abundante cantidad de líquidos, mínimo de 11/2 a 2 litros diarios.

Consultar con el médico en caso de observar que la deposiciones aumentan en frecuencia y/o consistencia o se observe sangre en materia fecal, debilidad, mareos, dificultad para concentrarse o pérdida del apetito.

 

Evitar:

Café, mate cebado, jugos cítricos, bebidas con azúcar y/o alcohol. También se debe evaluar la tolerancia a la leche, ya que por lo general no es bien resistida.

Alimentos con fibra (legumbres, panes y galletitas integrales, verduras y frutas crudas)

Suprimir guisos, fritos, embutidos, alimentos con alto contenido de grasas.

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