Las medidas antitabaco adoptadas en EEUU, como el alza de los impuestos de venta sobre los cigarrillos o las campañas de información, han permitido evitar cerca de 800.000 muertes por cáncer de pulmón de 1975 a 2000, según un reciente estudio.
Si todos los norteamericanos hubiesen dejado de fumar después de la primera advertencia contra los peligros del tabaco emitida en 1964 por la Oficina del Cirujano General de EEUU, unos 2,5 millones de personas en total habría evitado morir prematuramente en el periodo de los 36 años siguientes, según los autores de este análisis basado en un modelo informático.
El estudio, financiado por el National Cancer Institute (NCI), el instituto estadounidense de lucha contra el cáncer, fue publicado en la revista del organismo federal.
Los investigadores pudieron reconstruir el consumo detallado de cigarrillos por parte de personas nacidas entre 1890 y 1970. A continuación aplicaron un modelo sobre la frecuencia de los cánceres pulmonares en ese grupo.
«Estos resultados proveen una ilustración convincente de los efectos devastadores del tabaco en nuestro país, y de la enorme ventaja de reducir la tasa de tabaquismo», destacó el doctor Robert Croyle, director de la división de control del cáncer del NCI.
«Aunque se han producido importantes progresos en la lucha contra el tabaquismo, no podemos disminuir nuestros esfuerzos», insistió en un comunicado. La lucha contra el tabaco sigue siendo una de las grandes prioridades médicas, científicas y de salud pública, añadió.
«Este estudio representa el primer intento de cuantificar el impacto de los cambios respecto al tabaquismo sobre la mortalidad por cáncer pulmonar», precisó por su parte el doctor Suresh Moolgavkar, del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, principal autor del estudio.
