Mujer recibirá un riñón de su suegra

Azucena, de 55 años le donará su órgano a Alejandra, de 29. Tomó la decisión hace cuatro años. La justicia avaló su pedido y aguardan los últimos estudios.    

Azucena decidió donarle un riñón a Alejandra durante una caminata. (Foto: La Jornada)

Un gesto de solidaridad unirá a dos mujeres para siempre, más allá de los parentescos políticos. Es que Azucena Cueto, de 55 años, decidió donarle un riñón a su nuera, Alejandra Paola Madera, de 29.

Según informó el diario La Jornada, la justicia de Puerto Madryn, lugar donde reside la mujer, ya dio la autorización para el proceso y los estudios determinaron que son compatibles.

Alejandra es la pareja de Román Verdeal de 35 años, el hijo mayor de Azucena. Ambos tienen el sueño de ser padres y. la única manera de lograrlo era que Alejandra dejara de hacer diálisis y se realizara un trasplante.

Hoy, a la muchacha no le funciona ninguno de los dos riñones y se somete a diálisis tres veces por semana. Pero su padecimiento data de cuando sólo 8 meses de vida, momento en el que le detectaron el Síndrome Urémico Hemolítico que le dejó sus secuelas.

Azucena decidió darle una oportunidad a su nuera en una caminata que realizaron las dos solas. “Le dije que iba a donarle un riñón. Eso fue hace cuatro años y en noviembre del año pasado comenzamos a hacer los estudios. Por suerte todo salió bien y ahora sólo resta esperar el momento de la operación”, recordó.

La mujer, que vive en Puerto Madryn, es viuda y se mantiene con la pensión que le dejó su marido hace 7 años, dijo que inició la lucha por el trasplante por el bienestar de la pareja “Yo sólo quiero que Alejandra y mi hijo sean felices. Ellos lo merecen y además, los amo a los dos. Soy muy terca y por eso cuando en mi fuero íntimo sentí la necesidad de la donación, supe que nada ni nadie iba a cambiar mi decisión”, recordó Azucena.

Azucena quiere cuanto antes viajar a Buenos Aires para hacerse los estudios finales previos al trasplante. “Hago una vida sana, yo no creo que haya ningún problema. Lo más difícil que es la compatibilidad, ya lo superamos”, dijo.

Alejandra, por su parte, opinó que el acto de amor de su suegra “no puede ni medirse ni expresarse con palabras”.

“Yo primero me resistía, pero ella prácticamente me ´obligó’ a que aceptara. Además creo que no tenía alternativa. Lograr un donante es muy complejo y yo lo tenía al lado mío. Ahora hay que esperar que todo salga bien y todos empecemos una nueva vida”, dijo la joven.

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