Nació un “mini” bebe y evoluciona favorablemente

Nació hace 8 días en el hospital provincial “Luisa Gandulfo” de Lomas de Zamora. “Arturito” nació en la semana 25 de gestación con sólo 600 gramos de peso. Fue sometido ayer a una cirugía de altísima complejidad y evoluciona favorablemente. El bebé deberá permanecer internado al menos por dos meses siempre y cuando su evolución siga siendo favorable.

“Arturito”, un bebé prematuro que nació hace 8 días en el hospital provincial “Luisa Gandulfo” de Lomas de Zamora con sólo 600 gramos de peso, fue sometido ayer a una cirugía de altísima complejidad en ese centro de salud y evoluciona favorablemente.

 

El bebé se encuentra con respiración asistida y alimentación intravenosa –ya que no puede recibir alimentos por vía oral- y está cursando un proceso post operatorio sin complicaciones. Hoy por primera vez, Arturito abrió los ojos, y su evolución es monitoreada constantemente por el Servicio de Cirugía Infantil del hospital para evitar situaciones de riesgo como una eventual infección.

 

El director del Gandulfo, Carlos Oviedo, explicó que el chiquito padecía una perforación intestinal por Enterocolitis Necrotizante (NEC) por lo que debió ser sometido a una operación de urgencia. “Pocos años atrás las posibilidades de sobrevida de un bebé nacido en estas circunstancias eran mínimas. Hoy, con la mejora cualitativa de la atención neonatológica y la nueva aparatología para estos casos se pudo salvar la vida de Arturito”, dijo Oviedo y destacó “la enorme tarea” realizada por los profesionales del hospital.

 

Para realizar la compleja cirugía fue necesario montar un quirófano dentro del sector neonatología del hospital, que se encuentra equipada con un monitor multiparamétrico.

 

La jefa de sala de Cirugía Infantil del Gandulfo, Ana Rossi, dijo que el bebé nació con 25 semanas de gestación (cuando lo habitual suelen ser 40) y con un peso de apenas 600 gramos. “Es una cuadro de prematurez extrema agravado por su inflamación intestinal”.

 

En ese sentido, Rossi explicó que se practicó al bebé “una resección intestinal del segmento necrosado”, es decir, que se le extirparon unos 15 centímetros de tejido intestinal muerto.

 

“Se realizó una laparotomía en el abdomen, se extirpó ese segmento necrosado, y los extremos del intestino quedaron hacia afuera para volver a unirlos más adelante a través de una intervención denominada isotomía” explicó Rossi.

 

Agregó que el bebé deberá permanecer internado al menos por dos meses siempre y cuando su evolución siga siendo favorable.

 

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