El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, firmó una ley que autoriza el uso de marihuana con fines terapéuticos, convirtiendo su estado en el 23º de Estados Unidos en flexibilizar la legislación en esta materia.
La norma comprende únicamente la distribución por profesionales registrados, y sólo a personas que padecen patologías graves, como cáncer, VIH/sida, la enfermedad de Lou Gehrig, Parkinson, esclerosis múltiple, heridas en la médula espinal y epilepsia, entre otras. Los destinatarios deberán haber sido previamente aceptados en el programa.
Sólo cinco empresas tendrán permiso para cultivar la planta y distribuirla en el estado, en un máximo de 20 locales.
La droga no podrá ser fumada y las dosis serán limitadas, mientras que el tratamiento no podrá superar los 30 días.
«El estado de Nueva York está orgulloso de haber estado en su historia en la vanguardia de muchos avances médicos», declaró Cuomo al firmar la ley. «Estamos aquí para ayudar a la gente, y si hay un avance en medicina, queremos que los neoyorquinos puedan beneficiarse de ello», añadió en rueda de prensa.
Cuomo, quien se opuso durante mucho tiempo a esta medida y volverá a poner en juego su mandato en el otoño boreal, saludó esta legislación, que según él «ofrece lo mejor de lo que la marihuana con fines terapéuticos puede dar, de la manera más controlada posible».
«Se trata de la decisión más inteligente que haya tomado el estado hasta ahora» con relación al tema, aseguró.
En total, 23 estados estadounidenses y la capital federal Washington autorizan el uso de marihuana con fines terapéuticos, con límites variables. Asimismo, algunos estados permiten a los pacientes tener algunas plantas.
Dos estados del país incluso legalizaron completamente la marihuana: Colorado y Washington.