Padres añosos transmiten más mutaciones genéticas

Cada año extra del progenitor aumenta en dos el número de alteraciones en la célula germinal de los espermatozoides, lo que predispone a enfermedades, pero también cambios en la evolución. Sugieren congelar semen para combatir esta tendencia.

Cuantos más años tiene el padre, mayor es la probabilidad de que sus hijos sufran mutaciones genéticas, según un estudio publicado de genetistas de Islandia, Dinamarca y el Reino Unido por la revista Nature.

Con cada año extra del progenitor aumenta en dos el número de mutaciones en la herencia, indican los expertos del trabajo, a la par que agregaron que «un padre de 20 años transmite en promedio unas 25 nuevas mutaciones a su hijo, mientras que uno de 40 años, unas 65″.

Las madres, en cambio, son responsables de 15 de las llamadas mutaciones de novo, e independientemente de su edad, indicó el equipo en torno a Augustine Kong, de la empresa islandesa Decode Genetics, tras analizar a  78 grupos de padres e hijos, e incluso nietos en algunos casos.

Los científicos descifraron la secuencia genética de 219 personas y luego buscaron las mutaciones de novo, es decir las que aparecen por primera vez en una familia. Se trata de alteraciones genéticas en una célula germinal de los padres (en el óvulo o espermatozoide) o en el zigoto (el óvulo recién fecundado), que no aparecen en otras células. Este tipo de mutaciones puede generar enfermedades, pero también son importantes para la evolución.

El motivo de la diferencia entre padres y madres es que los espermatozoides se producen constantemente, por lo que las células primigenias sufren a lo largo de la vida varias divisiones y suman cambios. En el caso de las mujeres, el número de óvulos está ya determinado casi por completo desde bebés, y todos maduran juntos.

Los científicos no consideran sorprendentes los resultados. «Pero impresiona el fuerte efecto lineal de dos mutaciones por año. Con todo, la cifra se dobla cada 16,5 años«, señalan en el texto.

Los resultados son interesantes porque las personas son padres en la actualidad cada vez más tarde. Por ejemplo, en los años ´80 los hombres solían tener hijos con una media de 27,9 años. El año pasado el promedio fue de 30 años. Los niños nacidos en 1980 tenían de media unas 60 mutaciones de novo, mientras que los de 2011 mostraron unas 70.

El estudio confirma además los resultados publicados en abril en Nature, según los cuales en los hombres mayores, con más mutaciones de novo en su esperma, es más alta la probabilidad de tener hijos con autismo o esquizofrenia.

En un comentario, el genetista especializado en evolución Alexei Kondrashov, de la Universidad de Michigan en Ann Arbor, EEUU, escribe: «Si el efecto de la edad del padre sobre la tasa de mutaciones de novo causa daños a la salud de los hijos, podría ser recomendable que cada uno decidiera congelar su esperma siendo joven para usarlo más adelante».

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