Preocupante: ayuda para acceso al agua y saneamiento disminuyó en la última década

Así lo aseguraron la OMS y Unicef en un informe, que a la vez indica que el gasto medio por gobierno destinado a esta necesidad básica es sólo del 0,48% del PBI. La diarrea es la principal enfermedad provocada por falta de higiene.

La ayuda al desarrollo dirigida a proporcionar agua y saneamiento a 2.600 millones de personas que carecen del recurso disminuyó en la última década, a pesar de que son factores clave para el progreso y la salud, según remarcaron hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef.

En 2008, 2.600 millones de personas vivían en el mundo sin acceso a saneamiento adecuado, y 900 millones carecían de fuentes de agua potable, como señalan los datos de estos organismos, difundidos el pasado mes de marzo. Pese a esta realidad y a que la ayuda al desarrollo se ha incrementado en términos absolutos en la última década, los compromisos en relación a estos dos inconvenientes cayeron del 8 al 5%.

«Por qué se mantiene esta situación tan insatisfactoria cuando los problemas asociados al mal saneamiento y al agua no potable se conocen desde hace tiempo y las soluciones parecen estar al alcance de la mano», señaló María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS.

Otro dato preocupante es que el gasto medio por gobierno dirigido a estas dos necesidades básicas es sólo del 0,48 por ciento del PBI, y únicamente se cumplieron el 42% de los compromisos de ayuda a los países en desarrollo en esta área.

La ONU considera que la situación es particularmente grave con respecto al saneamiento, dado que menos de la mitad de la población rural del mundo y sólo tres cuartas partes de los habitantes de las ciudades usan las instalaciones adecuadas.

«Sin invertir en el acceso al agua y en el saneamiento, los países van a perder la batalla contra la pobreza», señaló Neira a la vez que recalcó que un mejor acceso a la limpieza y a la potabilización produce beneficios de entre 3 y 34 dólares por cada dólar invertido, lo que llevaría a aumentar el PBI de un país entre el 2 y el 7%. Además sostuvo que será improbable cumplir el Objetivo de Desarrollo del Milenio referente a saneamiento, en relación a las metas establecidas por la ONU de mejora de los índices socioeconómicos de la población mundial antes del 2015.

Pero esta carencia incide en la salud: para los responsables del informe, no es sorprendente que la diarrea sea la segunda enfermedad más extendida, por delante de las cardiacas y el sida. «La falta de agua, de saneamiento y de higiene se cobra las vidas de unos 2,2 millones de niños menores de cinco, y de ellos, se calcula que un millón y medio mueren» a causa de la colitis, señaló Neira.

 
La meta del seguimiento del informe sobre el recurso y su potabilización  es «hacer un llamado a los países donantes para que enfoquen o reorienten» sus ayudas a esos dos objetivos, dijo Neira.

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