Los recién nacidos tendrán acceso a la detección temprana y el tratamiento adecuado de la hipoacusia infantil en la Argentina, luego de que ayer se reglamentó la ley que contempla el abordaje de esa patología, que afecta de 700 a 2.100 bebés, por año.
La medida, que se publicó en el Boletín Oficial, fue adoptada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien reglamentó la Ley de Hipoacusia (25.415), a partir de la cual el Estado garantiza la detección temprana y atención de la sordera.
De esta manera, a partir de ahora, la detección y tratamiento de la hipoacusia infantil deberá ser incluida entre las prestaciones obligatorias de obras sociales y entidades de medicina prepaga.
El decreto 1093/11, que reglamenta la ley, establece que esto se hará a través del Programa Nacional de Detección Temprana y Atención de la Hipoacusia, del Ministerio de Salud de la Nación.
El organismo garantizará el primer par de audífonos e implantes cocleares, en forma totalmente gratuita, a los niños con signos de disminución auditiva y que no posean ningún tipo de cobertura social, informó el Ministerio.
El ministro de Salud, Juan Manzur, sostuvo que “el decreto presidencial reafirma la voluntad del Gobierno Nacional de ubicar a la salud como política de Estado, garantizando a las criaturas que nacen con problemas de sordera el tratamiento adecuado”.
El funcionario destacó que “esto es muy importante porque de esa manera vamos a tener un chico que desarrolló lenguaje y puede ir a una escuela común y desarrollar su vida en forma normal”.
Manzur señaló que con la reglamentación de la norma, que coincide con el cierre de la XXII Semana Nacional de la Lucha contra la Sordera, «seguimos haciendo efectiva la inclusión social en la Argentina, porque los chicos con esta patología antes perdían la oportunidad de aprender a la par del resto, y ahora vamos a evitarlo».
La Ley «viene a impulsar el desarrollo, fortalecimiento e implementación del Programa Nacional que coordina y administra las acciones para garantizar progresivamente el diagnóstico y el tratamiento de la hipoacusia infantil a todos los recién nacidos en la República Argentina», señaló el Ministerio.
En sus fundamentos, la norma legal sostiene que “la precocidad en la realización de los estudios exploratorios resulta de fundamental relevancia ya que advertir la deficiencia a tiempo permite iniciar en forma oportuna una rehabilitación temprana y evita los impedimentos que produce la deficiencia auditiva en el desarrollo normal del lenguaje y de las capacidades cognitivas que de él se derivan”.
La sordera, entendida como la falta de capacidad para escuchar sonidos, puede producirse por factores hereditarios, congénitos y adquiridos desde el momento del nacimiento, o adquirirse a lo largo de la vida, obedeciendo a numerosos factores causales.
En Argentina, esa patología afecta a entre 700 y 2100 niños al año, y constituye el 18% de las discapacidades en el país, la cual se reparte en un 86,6% de dificultad auditiva y un 13,4% en sordera.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la hipoacusia afecta a 5 cada 1.000 recién nacidos y en los casos de hipoacusias moderadas a profundas, las cifras oscilan entre 1 y 3 por mil. En tanto, en las hipoacusias severas a profundas los valores se sitúan aproximadamente en 1 de cada 1.000 recién nacidos.