Resiliencia, la otra cara del cáncer de mama

Por Ana Paula Cordero.- Se presentó un documental que reúne testimonios de mujeres que le ganaron a la enfermedad. En diálogo con DocSalud.com, la Dra. María Viniegra, del INC, se refirió a los miedos y a la importancia de vencerlos.

Se puede asociar esta enfermedad con la vida y con la capacidad de sobreponerse y salir fortalecidas de la experiencia? Los datos dicen que sí, ya que en Argentina hay más de 70 mil mujeres que alguna vez enfrentaron este diagnóstico, recibieron tratamiento y hoy continúan sus existencias con normalidad, haciendo controles. Es clave vencer los miedos y ciertas ideas erróneas pero arraigadas, para realizar así los exámenes periódicos y alcanzar la detección temprana. Hay que recordar que los tumores de menos de un centímetro tienen hasta un 90% de curación y que se aconseja hacer una mamografía cada dos años entre los 50 y 70 años en personas sin factores riesgo. Al mismo tiempo, es fundamental que las pacientes y sus familiares reciban apoyo y conozcan las historias de quienes pudieron encontrar distintos caminos para seguir adelante.

Para ello, el Instituto Nacional del Cáncer (INC) produjo el audiovisual La mala palabra de la realizadora Matilde Michanié, que se presentó la semana pasada en el Centro Cultural Ricardo Rojas como parte de las actividades por el Día de acción por la salud de la mujer. “Este documental pretende darle voz a quienes pasaron por la experiencia del cáncer de mama, que es particularmente dura y movilizante, un hito muy fuerte en la historia de la vida de una persona, con algo de sufrimiento, pero también con algo de aprendizaje. Muchas de las entrevistadas nos dan su ejemplo con resiliencia, es decir, con mucha capacidad de producir cosas positivas a partir de vivencias traumáticas o negativas”, puntualizó a DocSalud.com la doctora María Viniegra, coordinadora técnica del INC.

La obra refleja las distintas instancias de la patología (desde la detección, el diagnóstico y el tratamiento, hasta la cura), a partir de los diferentes relatos de pacientes, profesionales de la salud y miembros de asociaciones civiles dedicadas a la temática. Se filmó en 2012 en las provincias argentinas de Santiago del Estero, Río Negro, Neuquén, Misiones, Mendoza y Buenos Aires. Con una mezcla de información y emotividad, en sus 20 minutos recoge la diversidad de vivencias de mujeres de distintas culturas, edades y estratos sociales.

Como parte del evento, también se desarrolló una mesa debate en la que Viniegra y Michanié, junto a Valeria Zapesochny, coordinadora de Información Pública y Comunicación del Ministerio de Salud de la Nación, se refirieron a las posibilidades que brinda este tipo de materiales de comunicación para  sensibilizar y generar conciencia en la población.

Periodista (P.): ¿Cómo hacer para que el cáncer deje de ser una mala palabra generalmente asociada a muerte y sufrimiento?

Dra. María Viniegra (M.A.): Una de las líneas estratégicas que un organismo como el Instituto Nacional del Cáncer puede llevar adelante, es poner en agenda esta temática en la comunidad como materia de discusión y conversación, para hablar explícitamente sobre esta patología y las vicisitudes que su diagnóstico y tratamiento traen aparejados. También se busca desobturar la relación unívoca entre cáncer, sufrimiento y muerte, para plantearla como una enfermedad muchas veces seria, muchas veces mortal, pero que ofrece posibilidades de tratamiento y de mejora en la calidad de vida de la gente.

P.: Incluso de cura.

M.A.: Por supuesto, la mayor parte de los pacientes con cáncer se curan. El tumor de mama, que es el más común en Argentina, se puede tratar con éxito si se hace una detección temprana, hay que difundir que todas las situaciones requieren y tienen tratamiento.

P.: ¿La sociedad tiene suficiente información? ¿Por qué considera que muchas mujeres no realizan los estudios recomendados?

M.A.: En realidad hay mucha información circulante sobre el tema de la prevención y del diagnóstico temprano, por ejemplo, sabemos que no tenemos que fumar y que no fumando el riesgo de contraer la enfermedad baja dramáticamente, las mujeres conocemos que tenemos que hacer el papanicolaou y mamografías. Ocurre que a veces algunos estudios no son accesibles para la población, pero en otras ocasiones no se realizan porque las personas tienen miedo de “destapar una olla”, como tienen una idea negativa acerca del cáncer, cualquier cosa relacionada con un chequeo, control o procedimiento genera temor y se rechaza, cuando en realidad, si se detecta algo, eso va a facilitar el tratamiento.

P.: Ocurre como en el dicho popular “Ojos que no ven, corazón que no siente”, pero aplicado a esta patología implica un gran peligro.

M.A.: Exactamente. En este sentido, es importante un estudio cualitativo que hicimos este año con el Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) llamado Representaciones sociales sobre prevención y detección temprana del cáncer, que pronto será publicado. En diferentes grupos poblacionales en la Argentina, encontramos que hay diferentes mensajes que son coexistentes; por un lado la gente suele decir: “Es mejor prevenir que curar”, “El cáncer se puede curar”, “Cuanto más chico es el tumor, más exitoso es el tratamiento”, pero en lo más profundo de las mismas personas detectamos que sigue habiendo un vínculo inexorable entre cáncer y muerte. Es por eso que, a pesar de lo que digan, les cuesta enrolarse en prácticas de prevención. Del mismo modo, otra de las cosas que decían los entrevistados en el estudio era: “¿Para qué ir al médico y hacerle perder tiempo si uno está sano?”, en estos casos hay que reforzar la idea de que, justamente, como es mejor prevenir que curar, hay que consultar al especialista cuando se está sano para mantener el estado de salud. Ese mensaje parece que no está llegando correctamente a la población, es por eso que desde el INC estamos generando piezas de comunicación que permitan transmitirlo, para que llegue de un modo más adecuado.

P.: ¿Qué tienen en común las historias reunidas en La mala palabra?

M.A.: Las mujeres que pasaron por esto nos cuentan cómo hicieron para salir adelante a través de sus experiencias más sutiles, nos permiten conocer cosas de todos los días y eso acerca mucho a la experiencia de esas personas, porque hace que el público pueda darse cuenta que esa misma historia puede ser la mía, la tuya o la de cualquiera, que esa señora está ahí en el video, pero podría ser yo. También es importante conocer que todos podemos aprender a ser resilientes.

P.: ¿En qué hay que enfatizar cuando hablamos de cáncer de mama?

M.A.: Es importante informar correctamente, darle a la enfermedad la trascendencia que tiene, recalcar que es necesario enfrentarla y que, si se detecta a tiempo, la mayor parte de la gente se cura.

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