¿Síndrome premenstrual o depresión?

Muchos de sus síntomas son similares. Existen estrategias para tratarlo, como la relajación y llevar una dieta balanceada. En los casos más graves, ciertos psicofármacos pueden ayudar.

Son muchas las que manifiestan cambios de humor y síntomas físicos durante la segunda mitad del ciclo menstrual: se sienten irritables, enojadas  y con un nivel de tensión que afecta sus actividades cotidianas. Este cuadro conocido como síndrome premenstrual (SPM) es muy frecuente y afecta hasta un 75% de las mujeres. También existe una  forma más severa de la afección llamada síndrome disfórico premenstrual, que compromete entre el 3 al 8% de las mujeres.

 

A pesar de que no se conoce su origen, se cree que los tejidos de las afectadas por el SPM son más sensibles a los cambios hormonales y que el aumento y la disminución en los niveles de estrógeno y progesterona afectan la química de los neurotransmisores del sistema nerviosa central, particularmente a la serotonina.

 

Típicamente las mujeres sienten cansancio, irritabilidad, ansiedad y se encuentran edematizadas y distendidas (es decir, presentan hinchazón por retención de líquido).  También son manifestaciones comunes la tristeza y el llanto, el desinterés, la dificultad para concentrarse, los trastornos alimentarios como los atracones, los problemas de sueño, y los ataques de pánico acompañados de síntomas físicos como cefaleas, dolores musculares y articulares y aumento de peso.

 

No hay hallazgos en el examen físico o pruebas de laboratorio específicos para el diagnóstico del SPM. Se debe realizar una historia clínica completa y llevar a cabo un examen físico (incluyendo un examen pélvico) y una evaluación psiquiátrica para descartar otras afecciones potenciales. La depresión endógena y los trastornos de ansiedad tienen muchos síntomas en común con el síndrome disfórico premenstrual, pero en este último caso los síntomas se resuelven por completo con la menstruación. Otros trastornos como el síndrome de fatiga crónica, el colon irritable y la migraña empeoran antes y durante la menstruación, por lo cual es importante hacer un correcto diagnóstico diferencial.  

 

El hecho de mantener un calendario o un diario de los síntomas puede ayudar a las mujeres a identificar las manifestaciones más problemáticas y los momentos en que hay mayor probabilidad de que se presenten. Asimismo, esta información puede ayudar al médico a diagnosticar el SPM y determinar el tratamiento apropiado. Característicamente los síntomas aparecen 5 a 7 días antes de la menstruación y no están presentes entre los días 4 y 12 de un ciclo menstrual de 28 días.

 

El tratamiento comprende medidas conservadoras como el ejercicio, técnicas de relajación, una dieta balanceada suspendiendo el alcohol, la cafeína y la sal e incorporando suplementos nutricionales y vitamínicos en particular la vitamina B12, el calcio y el magnesio. Los analgésicos están indicados para el dolor de cabeza, los cólicos menstruales y la sensibilidad en la mamas.

 

Los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina son antidepresivos altamente efectivos para el tratamiento del síndrome disfórico premenstrual: entre el 60 y el 70% de las mujeres mejoran con este tipo de medicación. Incluso puede no ser necesario tomarlo todos los días, sino solamente durante la segunda mitad del ciclo. Incluso algunas afectadas mejoran con píldoras anticonceptivas.

 

Después del diagnóstico y tratamiento apropiados, la mayoría de las que padecen SPM sienten que sus síntomas desaparecen o caen a niveles tolerables.

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