Suiza dio luz verde a un test de detección prenatal del síndrome de Down, que se comercializará desde mediados de agosto bajo el nombre de Prenatest, en el marco de una polémica sobre si incrementará el número de abortos, informó la prensa del país.
La decisión de Swissmedic, la Agencia para los Productos Terapéuticos, implica que la controvertida prueba esté disponible en el país desde mediados de agosto, según el Neue Zürcher Zeitung am Sonntag.
La prueba, desarrollada por LifeCodexx, consiste en el análisis de muestras de sangre de la mujer embarazada para determinar la presencia o ausencia del Síndrome de Down en el feto, conocido también con el nombre de Trisomía 21.
La empresa, con sede en Alemania, describió el proceso como «una alternativa sin riesgos a métodos tradicionales invasivos como la amniocentesis».
Por su parte, las organizaciones que pertenecen a la Federación Internacional del Síndrome de Down trataron de convencer a la Corte Europea de los Derechos Humanos de no reconocer el derecho a recurrir a este tipo de pruebas.
La Federación, que engloba a 30 asociaciones en 16 países, declaró en junio que la Corte de Estrasburgo (este de Francia) debía «reconocer la condición humana y proteger el derecho a la vida de las personas con trisomía y discapacitadas».