La titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, Liliana Korenfeld, desautorizó hoy la implementación de los supuestos aumentos que algunas empresas de medicina privada comunicaron por carta a sus afiliados, al tiempo que destacó la necesidad de “llevar tranquilidad” a los usuarios.
“Esa decisión unilateral viola las disposiciones vigentes en la Ley 26.682 de regulación de las entidades de Medicina Prepaga y el decreto reglamentario 1993”, señaló Korenfeld a través de un comunicado de prensa, en el que subrayó que el organismo que dirige no aprobó “ningún aumento”.
La dependencia oficial sostuvo que en la Superintendencia se verificó apenas “un mínimo número” de empresas inscriptas que solicitaron incrementos.
En tal sentido, Korenfeld recordó que existe un «procedimiento a seguir», tal como establece la ley, de parte de las empresas que buscan subir la cifra que pagan sus afiliados.
“Las entidades que pretenden aumentar el monto de las cuotas que abonan los usuarios deberán presentar el requerimiento a la Superintendencia de Servicios de Salud, la que lo elevará al Ministerio de Salud de la Nación para su aprobación, previo dictamen vinculante de la Secretaría de Comercio Interior”, detalló la funcionaria.
Korenfeld salió de esta forma al cruce de los argumentos utilizados por las prepagas para intentar aplicar aumentos unilaterales a los usuarios y su justificación en torno de las mejoras salariales que consiguieron los trabajadores del sector.
El organismo dependiente del Ministerio de Salud de la Nación informó además que los incrementos obtenidos por los hospitales de comunidad “no fueron aún homologados por el Ministerio de Trabajo” -por lo que no corresponden su aplicación- y que la negociación salarial con las clínicas y sanatorios privados “todavía no finalizó”.
A modo de conclusión, Korenfeld señaló que algunas entidades de medicina prepaga “quieren justificar aumentos a los usuarios sobre la base de acuerdos todavía no conseguidos”.
