Científicos estadounidenses desarrollaron un nuevo producto que tensa temporalmente el tejido de la piel y elimina las arrugas, un descubrimiento revolucionario, aseguran, que también podría ayudar a tratar con eficacia enfermedades de la piel como el eczema o la psoriasis.
Esta «segunda piel», un polímero a base de silicona, puede aplicarse en una capa fina e invisible que devuelve a la epidermis las propiedades mecánicas y de elasticidad de una piel joven, afirma el equipo del Hospital General del MIT en Boston.
«Es una capa invisible que puede servir de barrera y aportar mejoras cosméticas», dice Daniel Anderson, profesor asociado en el MIT, uno de los autores de este trabajo publicado en la revista Nature Materials. «También será posible utilizarlo para aplicar un fármaco en el área que está siendo tratada».
Estas tres propiedades lo hacen un «producto ideal» y mucho más eficiente que las cremas de belleza que ofrece el mercado en la actualidad, asegura Anderson, cuyo equipo comenzó explorar este tipo de productos hace 10 años.
El tratamiento se aplica en dos etapas: primero un gel, que se extiende como una crema, y luego un segundo producto, que transforma la primera capa y le da las propiedades buscadas.
La combinación de ambos tensa la piel, otorgándole al mismo tiempo una elasticidad sorprendente, y tiene un efecto de 24 horas. Los primeros estudios no mostraron efectos secundarios, según los investigadores.
«Crear un material que se comporta como la piel es extremadamente difícil», señala la dermatóloga Barbara Gilchrest, que también participó en su desarrollo.
«Muchos lo han intentado, pero los materiales conseguidos hasta hoy no tenía estas propiedades de flexibilidad, no eran confortables o eran irritantes. Ningún material tenía la propiedad de seguir el movimiento de la piel y volver luego a su forma original».
Además de sus virtudes cosméticas, el producto podría ser muy eficaz en el tratamiento del eczema o la psoriasis.
Aún se desconoce cuándo se comercializará el producto. Laboratorios asociados con el MIT para desarrollar esta «segunda piel» dijeron querer concentrarse sobre todo en el aspecto terapéutico, para tratar el eczema o la psoriasis y esperan recoger los datos clínicos en el transcurso del año próximo.