Uruguay: usan realidad virtual para tratamiento de problemas de equilibrio

La tecnología, desarrollada por un ingeniero y un médico, está compuesta por un casco y un acelerómetro. Le proyectan imágenes 3D al paciente para que ejercite su estabilidad. Buscan que sirva como método de rehabilitación para evitar caídas severas.

Una empresa uruguaya desarrolló un tratamiento innovador que vincula realidad virtual e investigación en neurociencia para evaluar y rehabilitar a las personas que sufren problemas de equilibrio, un problema que se estima afecta a un tercio de los adultos mayores del país.

La Balance Rehabilitation Unit (BRU) fue desarrollada por un joven ingeniero y un médico especializado en trastornos de equilibrio. La tecnología combina el uso de un casco de realidad virtual con un acelerómetro, que mide los movimientos de la cabeza, y una base que permite medir el centro de equilibrio de la persona. El terapeuta muestra imágenes en 3D al paciente, que inmerso en ese contexto, debe realizar distintos movimientos y ejercitar así su equilibrio.

«El cerebro, para tomar las decisiones de control de postura, usa la visión, la parte somatosensorial, y el oído. Toma esa información en tiempo real y le indica al cuerpo cómo pararse, según lo que está pasando alrededor», explicó Nicolás Fernández, cofundador de Medicaa, fabricante de la BRU.

«La realidad virtual es una tecnología que ayuda al médico a confrontar al paciente en un living o una calle distintas situaciones, generar una estimulación y poder repetirla exactamente igual, mientras mide cómo está actuando su sistema de equilibrio», añadió.

«Entonces el equipo propone una rehabilitación que apunta específicamente a donde está el problema, a las situaciones que esa persona no sabe resolver, y lo entrena para que cuando después esté en el living de verdad pueda controlar esa situación», indicó Fernández.
«El equipo permite ajustar la rehabilitación específicamente para esa persona, lo que es parte de la tendencia de la medicina actualmente», explicó.

Cada año se producen en el mundo 37,3 millones de caídas cuya gravedad requiere atención médica, según datos de la la Organización Mundial de la Salud (OMS), que considera a estos infortunios como la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales o no intencionales.

Se calcula que anualmente mueren en todo el mundo unas 424.000 personas debido a caídas. Los que más las sufren son los mayores de 65 años.

«Para lo que más usamos la BRU es para afecciones periféricas del oído externo, afecciones centrales, como accidentes vasculares que dejen alguna secuela, o afecciones mixtas», explicó a su vez Teresa Arocena, fisioterapeuta del Centro de Rehabilitación Vestibular, el primero en probar la tecnología.

«Pero lo más innovador es el uso en el adulto mayor, que suele sufrir caídas por deterioro del aparato vestibular», que es el que permite el equilibrio y el control espacial, indicó. «El ojo se va debilitando, también puede ser el oído. Pero todo se juega a nivel del sistema nervioso central, que no capta adecuadamente la información y entonces la persona se cae. En Uruguay un tercio de la población de adultos mayores se cae y la mitad se volverá a caer un año después».

«El objetivo es que el adulto mayor se dé cuenta que para mantener su calidad de vida e independencia tiene que cuidar su equilibrio, algo que antes no tenía que hacer. Y la experiencia muestra que la rehabilitación le aporta estrategias», añadió.

La BRU fue certificada por la FDA estadounidense hace tres años, lo que le abrió las puertas a centros de investigación que pueden utilizar la tecnología para postular nuevos estudios sobre el problema, explicó Fernández.

Este mes, la pequeña compañía uruguaya alcanzó un acuerdo con la danesa Interacoustics para la distribución mundial del aparato.

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