ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE INDIANA, EEUU |

Vacuna contra el HPV: las madres deciden más que las hijas

Por Soledad Llarrull.- Una encuesta puso de manifiesto que las progenitoras son las que determinan, en forma mayoritaria o exclusiva, la inmunización de las adolescentes. Los profesionales de la salud juegan un rol clave en la determinación. En el país, ahora la aplicación es gratuita para niñas de 11 años.

“Vacuná a tu hija, vacunate”. Con esta frase cerraba el spot televisivo de una campaña publicitaria que llevó adelante LALCEC, en 2008, para promover la inmunización contra el virus del HPV como medida de prevención del cáncer de cuello uterino. Las protagonistas fueron una famosa modelo y actriz argentina, y a su hija adolescente.

Esta clara interpelación a las progenitoras deja entender que todavía se considera que son ellas las que toman decisiones en pos de la salud de sus hijas, aun cuando éstas hayan dejado de ser niñas. A esta misma conclusión arribó un grupo de investigadores estadounidenses que evaluó el rol de las madres en la vacunación de las adolescentes contra esta enfermedad de transmisión sexual. Los resultados del estudio se presentaron en la última Conferencia Internacional sobre Virus del Papiloma, que tuvo lugar en septiembre de 2011 en Berlín.

A través de una encuesta por Internet, los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana consultaron a 500 pares de madres e hijas adolescentes (entre 14 y 17 años) sobre el grado de participación de cada una de ellas en la decisión de vacunación.

Cerca de la mitad de los binomios respondieron que las hijas habían recibido al menos una dosis de la vacuna. El 64 % de estas madres aseguraron haber decidido ellas, en forma completa o mayoritaria, aplicar esta medida, y el 67 % de las hijas coincidieron en esta afirmación. El 33 % de las progenitoras y el 32% de las adolescentes vacunadas contestaron que la determinación había sido compartida. Y sólo siete madres y 16 hijas respondieron que éstas últimas habían resuelto, por su cuenta, inmunizarse.

Además, los autores del trabajo encontraron que las hijas más grandes tuvieron mayor participación en el proceso. Sin embargo, la edad de las madres, que en promedio fue de 45 años, no afectó la resolución tomada.

Palabra de experto

Por otra parte, ocho de cada 10 inmunizadas informaron que un profesional de la salud influyó en la determinación de recibir la vacuna. En este sentido, la Dra. Hebe Vázquez, infectóloga de Stamboulian Servicios de Salud, coincide en que el asesoramiento y la recomendación por parte de los médicos representan un elemento clave.

A través de una encuesta que realizó en 2007 en Buenos Aires a 150 padres de niñas mayores de 9 años, donde el 98 % de los consultados manifestaron que vacunarían a sus hijas, determinó que seis de cada 10 de ellos lo harían siguiendo el consejo médico. Las opiniones más respetadas serían las del pediatra de cabecera (47 %), del ginecólogo (33 %) y del infectólogo (20%).

Según la especialista en HPV, durante la realización del estudio, que presentó ese mismo año en el Congreso Anual de la Sociedad Argentina de Infectología, la posibilidad de que la vacuna produzca efectos adversos constituyó el factor influyente en la no aceptación de la misma.

“Lo que se ve hoy en el consultorio es que aún falta difundir información a la comunidad general. Si uno ofrece explicaciones a los padres, o incluso a los adolescentes, sobre el virus, su relación con el cáncer de cuello uterino y la vacuna, no tienen inconvenientes en solicitarla”, señala Vázquez.

De todas maneras, la experta destaca que se requieren estudios de aceptación que incluyan un mayor número de encuestados y se realicen en ámbitos de salud tanto públicos como privados, para así lograr una mejor representación de lo que sucede en la población local.

En cuanto a la comunidad médica, Vázquez percibe que los pediatras tienen más apertura hacia la vacuna, y lo atribuye a que, en parte, los médicos de adultos tienen una menor cultura de inmunización de sus pacientes.

Las vacunas en Argentina

Las dos vacunas que protegen contra los tipos más comunes de HPV están disponibles en el país. Ambas se administran en tres dosis, por vía intramuscular, en el brazo, y son efectivas en la prevención del cáncer de cuello uterino.

La vacuna bivalente se incluyó en 2011 en el Calendario Nacional de Vacunación, para que la reciban, en forma gratuita, todas las niñas de 11 años del país. Pero no debe olvidarse que también está indicada para el resto de la población femenina de entre 10 y 45 años, que debe adquirirla a través de obras sociales, empresas de medicina prepaga o en forma particular.

La vacuna cuadrivalente está indicada para niñas y mujeres de entre 9 y 45 años, y, además, para niños y hombres de entre 9 y 26 años. Existe evidencia de que previene otros cánceres ginecológicos, los de vulva y vagina, y de que protege a las personas de ambos sexos contra el cáncer de ano y las verrugas genitales, un tipo de lesión benigna causada por el HPV.

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