Vida sana contra el cáncer

Según un estudio en el Reino Unido, muchos casos están directamente relacionados al estilo de vida. El tabaco, el alcohol, la obesidad y las dietas ricas carnes y pobres en frutas, verduras y fibras son las causas más frecuentes. Modificar los hábitos cotidianos son estrategias de prevención.

Modificar los hábitos cotidianos son estrategias de prevención contra el cáncer

Muchos casos de cáncer podrían prevenirse si se modifican algunos hábitos cotidianos. Así lo indica un estudio reciente publicado en el British Journal of Cancer, que afirma que al menos un 40% de los cánceres diagnosticados en el Reino Unido están directamente relacionados al estilo de vida.

Según el informe del Centro de Investigación del Cáncer del Reino Unido, de 14 variables evaluadas, el tabaquismo fue el factor más influyente, al ocasionar el 23% de los cánceres en hombres, el 16% en mujeres. Además, durante 2010 esta adicción fue responsable de 60 mil nuevos casos de este mal. Las otras causas más frecuentes de tumores malignos fueron la dieta con alto contenido de carnes y pobre en frutas, verduras y fibras, el alcoholismo en los hombres y, en las mujeres, la obesidad (por su efecto sobre el cáncer de mama) y el exceso de alcohol.  

Esta investigación –una de las más exhaustivas realizadas hasta la fecha– confirma que el cáncer es una enfermedad con múltiples factores de riesgo: no está determinado únicamente por cuestiones hereditarias y tampoco es un asunto del destino. Por el contrario, puede estar generado por los hábitos y costumbres cotidianos, o por factores ambientales. Modificarlos ayuda a prevenir nuevos casos.

Como el riesgo es distinto para las mujeres y los hombres, los autores del informe recomiendan a las primeras no fumar, evitar el sobrepeso y no beber alcohol en exceso, y a los varones, dejar el cigarrillo, aumentar el consumo de frutas y verduras y disminuir la ingesta de alcohol.

En los últimos 40 años, la probabilidad de fallecer antes de los 70 años de edad se redujo a la mitad, y podrá reducirse otro 50% si se evitan las causas prevenibles de las enfermedades. Hacer pequeños cambios en el estilo de vida disminuye de manera significativa el riesgo de sufrir problemas severos de salud.

Alcohol y cáncer

Otra investigación publicada en la revista British Medical Journal indica que el consumo de alcohol en Europa es responsable de uno de cada 10 cánceres en hombres y uno de cada 33 en mujeres. El estudio, que emplea datos obtenidos en Dinamarca, Alemania, Grecia, España, Francia, Italia, los Países Bajos y Reino Unido, indica que una parte importante de los cánceres atribuibles al alcohol (entre el 40 y el 98%) afectaron a individuos que consumían más de la cantidad diaria recomendada: dos unidades para los hombres y una para las mujeres. Si la bebida es vino, este límite se mide en copas.

En Europa el 6,5% de las muertes es consecuencia de enfermedades crónicas provocadas por el consumo de alcohol. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) indica que los cánceres normalmente asociados a la bebida son de boca, faringe, laringe, esófago e hígado. En 2007 se añadieron a esta lista el de mama y el colorrectal.

Los datos analizados se obtuvieron mediante estimaciones de riesgo del estudio EPIC (“Estudio prospectivo europeo sobre cáncer, enfermedades crónicas, nutrición y estilo de vida”) e informaciones representativas sobre consumo de alcohol recopiladas por la Organización Mundial de la Salud.

EPIC evaluó durante al menos 10 años la incidencia de la enfermedad en 363.988 hombres y mujeres de entre 35 y 70 años al comienzo de la investigación. Los participantes, incorporados entre 1992 y 1999, respondieron cuestionarios que indagaban con detalle sobre su alimentación y estilo de vida, y sobre la cantidad, frecuencia y tipo de bebida alcohólica consumida a lo largo del estudio y en otros momentos de sus vidas.

Así se pudo calcular que, hasta 2008, el consumo de alcohol provocó en los hombres cerca de 57.600 casos de cáncer colorrectal, de hígado y de los tractos respiratorio y digestivo superior. De todos estos casos, 33 mil se produjeron por ingerir más de dos copas al día. En las mujeres, la bebida provocó 21.500 casos de cáncer colorrectal, de hígado y mama, y de los tractos respiratorio y digestivo superior;  el 80% de estos tumores se debió al consumo de más de una unidad de cerveza, vino o licor al día.

Hasta ahora la recomendación de limitar el consumo de alcohol a dos unidades al día en hombres y a una en mujeres para reducir la incidencia de cáncer se basaba en suposiciones. Pero este estudio aporta datos cuantitativos que muestran que existe una relación entre la ingesta de bebidas espirituosas y el cáncer

Los descubrimientos avalan la necesidad de reducir la ingesta de alcohol y los autores indican que estos hallazgos deberían tener un reflejo en las futuras políticas sanitarias europeas.

 

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