Desde el inicio de la epidemia del sida hasta diciembre de 2010 se notificaron en el país 7.941 infecciones por el virus de inmunodeficiencia humana en menores de 19 años. El dato se desprende del informe de UNICEF “Situación de los niños, niñas y adolescentes con VIH en Argentina”, que será presentado mañana, a pocas horas de celebrarse el día mundial de la lucha contra la enfermedad.
Según la investigación, de ese total el 58% corresponde a menores de 14 años y el 42% a adolescentes de 15 a 19 años.
Más del 90% de los menores de 14 años contrajo VIH por trasmisión perinatal o vertical (de madre a hijo) y la mitad de estos diagnósticos se registraron en la década de 1990.
Por otra parte, entre el grupo de jóvenes de 15 a 24 años, la vía de contagio más frecuente es la relación sexual sin presevativo y el 44% de los casos reportados entre adolescentes corresponden a los últimos 10 años.
Los números reflejan la disminución progresiva de las infecciones por transmisión vertical, desde la implementación en el país de una normativa específica para perinatología, que permitió universalizar la oferta del test de VIH para embarazadas y comenzar la profilaxis con antirretrovirales en las mujeres infectadas.
Sin embargo, control inadecuado durante la gestación, con diagnósticos tardíos en el parto o puerperio, la seroconversión durante el embarazo, y las infecciones agudas con parejas masculinas no diagnosticadas en la lactancia, son algunas de las dificultades para disminuir esta vía de contagio, reporta el informe.
“La falta de un registro sistematizado de niños expuestos y el alto porcentaje que no completa el proceso de diagnóstico limitan la definición de la tasa de transmisión vertical en el país”, por lo que es necesario trabajar en la “normatización” de los circuitos de detección en niños “para garantizar el inicio del tratamiento en forma oportuna”, agrega.
Por otra parte, UNICEF informa que los adolescentes que se infectan por transmisión sexual no están representados en los servicios pediátricos y suelen ser asistidos en los servicios de infectología de adultos que no cuentan, en general, con espacios diferenciados para esta población.
En ese sentido, el organismo enfatiza en la necesidad de sensibilizar y capacitar a equipos interdisciplinarios en las especificidades del abordaje de los y las adolescentes con VIH. Pero también considera vital la incorporación de esta temática en el abordaje de la educación sexual integral.
En cuanto a las vías de contagio, las relaciones sexuales desprotegidas constituyen la vía de transmisión predominante, incluyendo el sexo entre varones, mientas que el contagio vinculado al uso de drogas inyectables disminuyó significativamente.
