A pesar de tener dos ojos, que registran imágenes visuales ligeramente diferentes, los seres humanos solo vemos una. Algo semejante ocurría en la mitología griega con los llamados cíclopes. Se llamaba así a seres gigantes con un solo ojo en mitad de la frente, de carácter fuerte y agresivo, capaces de desintegrar cualquier cosa con la simple mirada. El más conocido es Polifemo que Homero lo hace célebre en su obra “La Odisea”.
Han pasado miles de años y sin embargo de la mano de la oftalmología se retoma este término para explicar la percepción de profundidad o visión tridimensional (3D) del ojo humano. Para entender este fenómeno lo podemos simplificar así: cada ojo capta imágenes discretamente distintas y planas y la suma da por resultado la visión binocular. No obstante, solo percibimos una sola en forma 3D y la responsable de este trabajo es el área visual del cerebro.
Para conseguir una visión binocular y tridimensional es necesario un desarrollo adecuado y equilibrado de ambos ojos. Sin embargo en algunas patologías oculares como el estrabismo donde uno de los ojos está desalineado esto no ocurre. En este caso las neuronas visuales reciben proyecciones borrosas del ojo desviado por lo cual de manera progresiva llevan a suprimir la visión. Este proceso llamado ambliopía es conocido como “ojo perezoso” y genera una dependencia del ojo sano o con mejor visión.
En esa línea se encaminó un estudio publicado en la revista Current Biology en el que un grupo de científicos encabezados por Bas Rokers, profesor de psicología en la Universidad de Wisconsin-Madison, y sus colegas de la Universidad de Utrecht, en los Países Bajos, documentaron mediante el uso de prismas y un escáner cerebral avanzado, el punto del cerebro donde se lleva a cabo la formación de la visión cíclope.
“Ahora que sabemos adónde mirar en la ambliopía, podemos centrarnos en estas regiones del cerebro y ver si la representación se ha desplazado hacia el ojo dominante», comentó Rokers, principal investigador y agregó que “el cerebro aprende a favorecer a las imágenes del ojo más fuerte sobre los del otro, que es más débil o está mal alineado”
Se encontraron dos zonas en el área visual de la corteza que cumplen con distintas actividades: la estriada (V1) y la extraestriada (V2). Según los investigadores demostraron que en V1 las neuronas reciben la ubicación de la imagen del ojo izquierdo y otras las del derecho. Pero V2, está trabajando en la formación de la imagen ciclópea combinada.
Este hallazgo científico que permite diferenciar distintas áreas cerebrales de procesamiento visual permitirá en un futuro un mejor entendimiento de la ambliopía y en consecuencia la recuperación de la visión perdida. Es entonces una gran noticia para todas aquellas personas ambliopes el saber que podrán rescatar la mirada del ojo desviado.