Además las aventuras y recuerdos, lo que hace que viajar sea tan divertido es conocer gente nueva y hacer amigos de todo el mundo. Turistas, mochileros y trotamundos, todos ellos saben lo que es estar en un lugar donde no se conoce a nadie. Por lo general, todas las personas son muy amables y es fácil entablar conversaciones. Sin embargo, podemos encontrar dos tipos: las personas que hacen amigos sólo con respirar y las que necesitan un empujón para salir de su zona de confort. Para que el proceso de hacer amistades sea un poco más fácil, es importante tener una mentalidad abierta y curiosidad cuando se hace algo de interés propio. EF (Education First) elaboró 10 consejos.
• Asistir a clases de idiomas. Si se va a estar en algún país durante más de dos semanas, ¿por qué no sumergirse de lleno en la cultura yendo a un curso para entender su lengua? Así se logra aprender frases útiles que ayudan en el día a día, lo que hace que el el viaje sea aún más divertido. Además, los compañeros de estudio a menudo se convierten en compañeros de viaje.
• O elegir otro tipo de cursos. Puede que durante el viaje sea el momento correcto para aprender a hacer la comida típica del lugar que se visita. O querer aprender algún arte tradicional del país. La mejor noticia es existen lugares para aprender todo esto. Independientemente de la clase que elijas, conocer y ser amigos de otros estudiantes y viajeros es lo esencial; es como en el colegio, pero de alguna manera más divertido porque estás en el extranjero.
• Vivir con locales. Hay muchas formas de sumergirse en la cultura al vivir el estilo de vida lugareño. El compartir y convivir con los nativos hace que el aprendizaje cultural y geográfico sea más fácil y llevadero. Si se vive en un departamento o casa, se va a conocer gente, por ejemplo vecinos, y gracias a estos nuevos compañeros y amigos se llega a conocer bien la ciudad.
• Hacer voluntariado. ¿Por qué no realizar algo bueno para la satisfacción personal y la comunidad mediante el voluntariado? Esto no sólo ayuda a mejorar el mundo sino también beneficia el sumergirse en la cultura y ponerse en contacto con gente que se preocupa por causas importantes, sin olvidar que es una forma genial de encontrar o hacer algo que apasione en compañía de personas que comparten los mismos intereses.
•Comer y beber. Al elegir el mismo restaurante o cafetería, ya tienen algo en común con las personas que están ahí. Es bueno mirar alrededor por si hay alguien más que esté comiendo solo. Esto puede ser arriesgado, porque tal vez esa persona quiera en realidad comer sola, pero acercarse y decir: “¡Hola! Me di cuenta de que estás comiendo solo y yo también, y me estaba preguntando si me podía sentar con vo”». Solo trae ganancias: salir de la zona de confort y tener una conversación muy agradable durante la cena.
• Reservar una excursión de un día o participar en actividades. Muchos hoteles, escuelas o ciudades ofrecen visitas turísticas, excursiones o actividades. Normalmente estas salidas se hacen en grupo, así que se estará rodeado de gente con la que se puede hablar y sacarse selfies. Y hasta poder terminar comiendo en ese restaurante por el que pasaron antes o recorrer juntos otros lugares de la ciudad.
• El nuevo hogar. El lugar de alojamiento es el mejor punto de partida para conocer gente y hacer nuevas amistades. Alojarse con personas con los mismos intereses y preocupaciones es la mejor manera de iniciar relaciones, se puede encontrar y conocer gente de mentalidad abierta y en muchas situaciones agradables, como un desayuno en un comedor común o actividades en grupo en las que es más fácil relacionarse con los demás. Además, todo el mundo suele tener muy buenos consejos sobre viajes, así que vale la pena entablar una conversación, independientemente del lugar de hospedaje.
• Consultar a su red de contactos. A los amigos, o amigos de amigos, o del vecino que hayan viajado recientemente a donde se esté por viajar, envíales un mensaje para pedirles algún consejo o brindar algún tipo de ayuda. Quién sabe, estas personas pueden enviar una lista de cosas que hacer y lugares que visitar, e incluso pasar un contacto con sus amigos de ahí, para arreglar con ellos para tomar un café o hacer una visita turística.
•Convertirse en un habitué. Estar en una ciudad durante un tiempo prolongado hace que al cabo de un par de semanas se tenga el restaurante, café o bar favorito, ese que siempre se visita y donde el personal va terminar reconociendo que se es cliente. Es un lugar para llegar a tener buenas oportunidades para conversar con ellos o para recibir recomendaciones de cosas que hacer y ver. Los camareros están acostumbrados a charlar, presentar gente o ayudar a los clientes, así que es muy probable que incluso se ofrezcan como compañía para alguna visita o recorrido.
•Buscar un grupo social. Casi todas las personas que visitan una ciudad nueva o se mudan ahí tienen dificultades a la hora de conocer gente nueva o de familiarizarse con el lugar. Por esta razón se debe siempre estar en muy buena predisposición con los planes, fiestas y todas las actividades a las que se pueda asistir, ya que es la mejor forma para ampliar el círculo social y hacer amigos muy rápido.