Tomá nota de estas equivocaciones que solemos cometer cada vez que hacemos dieta:
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Picar entre horas
Al no desayunar correctamente, al poco tiempo tendremos hambre y nos llevará a picar durante la mañana y consumir snacks no recomendados. Un desayuno completo tiene que estar formado por tres grupos de alimentos: Cereales, preferentemente integrales para aportar más vitaminas, minerales y fibra, esto nos va a dar más saciedad; lácteos: idealmente descremados y frutas enteras. Podríamos desayunar un yogur con avena arrollada y frutillas o té con una tostada de pan integral con queso descremado y un kiwi.
Para consumir durante el día, debemos tener a mano snacks saludables; si estamos en casa o en el trabajo es bueno recurrir al yogur con frutas o con frutos secos o gelatinas con frutas. Si estamos fuera, de caminata o excursión recurriremos a barras de cereales sin azúcares simples (darán más sensación de saciedad y no tendremos hambre enseguida).
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Comer copiosamente en la cena
Muchas veces estamos fuera durante el día, comemos más frugalmente y por la noche para compensar realizamos una cena abundante. Lo que comemos por la noche en exceso no llegaremos a quemarlo, por lo tanto tendremos más tendencia a aumentar de peso además de tener una digestión más pesada y prolongada que dificultará el sueño.
Debemos hacer una cena ligera con verduras y algo de proteínas, las ensaladas completas con aliños ligeros son un gran recurso. Para condimentar las ensalada podemos hacer una vinagreta con una cucharada sopera de aceite de oliva, con una de jugo de limón fresco, una de vinagre de vino y una cucharada tipo té de mostaza de dijon. -
Abusar del alcohol
Las terracitas y las salidas con amigos favorecen el consumo de alcohol con las consecuencias por todos conocidas, además de que favorece la deshidratación y aumenta el riesgo de insolación si bebemos bajo el sol. Lo ideal es hidratarnos principalmente con agua. Si vas a beber alcohol, tené en cuenta, por ejemplo, que una lata de cerveza de 330 ml tiene 140 kcal y una copa de vermut seco (40ml) con soda y limón tiene 50 kcal.
4. Excesivo consumo de helados
La venta de helados se dispara en primavera por la necesidad de aplacar el calor con algo refrescante, pero cuidado, su alto contenido en azúcares simples y grasas los hace alimentos de consumo restringido. El famoso “ cuarto kilo de helado” es una bomba calórica, más aún si cuenta con chocolate, frutas secas, dulce de leche, etc. Podemos realizar helados de agua en casa con jugos de frutas sin azúcar, o los de yogur de frutas descremados con bajo contenido en azúcar. Lo mejor es que esta opción es ideal para toda la familia.
5. Excedernos en el consumo de alimentos light
Muchas veces y pensando en bajar o mantener el peso recurrimos a los alimentos light, pero si no miramos bien el etiquetado podemos tener sorpresas, ya que la industria baja uno de sus nutrientes pero aumenta otro, así estos alimentos suelen tener más grasas o azúcares que su versión entera. Además, que pensando que engordan menos, consumimos más. El consejo es leer muy bien el etiquetado y respetar el tamaño de la ración aconsejada.
7. Cenar frutas
Si bien están recomendadas para los regímenes para adelgazar, comerlas a la noche dificulta su digestión y, al contener azúcares naturales, no se pueden metabolizar antes de irnos a dormir.