Durante esta etapa todos nos hemos visto sometidos en mayor o menor medida a una gran presión emocional y psicológica: estrés, ansiedad, miedo e incertidumbre. La alimentación para muchos ha sido una gran vía de escape, algo absolutamente comprensible en este contexto. Pero no significa que sea justificable, no significa que no tengamos que hacer nada para, primero, evitar dejarnos llevar por la alimentación emocional y, segundo, recuperar el control sobre lo que comemos.
Lograr una alimentación saludable es uno de los grandes objetivos en las sociedades actuales, encontrando una gran tendencia hacia un plan de alimentación que abandona antiguos conceptos como “dieta “o “programa de descenso de peso” “régimen”.
Argentina lucha contra cifras crecientes de obesidad, sobrepeso, diabetes, hipertensión y enfermedades vasculares en todas las etapas de la vida. Según la OMS es posible estimar que cada año fallecen alrededor de 3,4 millones de persona adultas en el mundo como consecuencia al exceso de peso y obesidad. En el país, 6 de cada 10 adultos presentan exceso de peso. En niños en edad escolar el 30% tiene sobrepeso y un 6% obesidad.
El estilo de vida actual, donde el tiempo apremia, la gran oferta de productos para consumo de alimentos ultra procesados y el sedentarismo, son algunas causantes de un desequilibrio energético entre las calorías consumidas y el gasto de las mismas.
Debemos aprender a elegir alimentos ricos en nutrientes, vitaminas, minerales, proteínas y preferentemente bajo en calorías. De esta selección se sale del antiguo paradigma que lleva a seleccionar los alimentos en función a las calorías que aporta para redireccionarnos hacia un nuevo concepto que contempla el alimento en su totalidad, evaluando todos los nutrientes que lo componen. Pudiendo clasificarlos en saludables o menos saludables con criterio científico y salir del modelo donde dos alimentos con igual contenido calórico, que lo importante sea su aporte de nutrientes. Por ejemplo, un plato de arroz común tiene las mismas calorías que un plato de arroz integral, pero no aporta los mismos nutrientes, ya que el arroz integral tiene mayor contenido de fibra, vitaminas y minerales.
Una alimentación saludable posible de llevar a la práctica diaria no debe implicar restricciones, frustraciones, sacrificios, sino la decisión de querer cuidar la salud para tener una buena calidad de vida.
Recomiendo consultar a un profesional de la nutrición que explique y de herramientas necesarias para lograr cambios alimentarios y que ellos se sostengan en el tiempo. Para lograr el peso adecuado y poder sostenerlo se debe realizar un plan alimentario individual y personalizado, acompañado de educación alimentaria.
Algunos tips para una alimentación saludable:
- Realizar las cuatro comidas diarias y en caso de ser necesario, incluir alimentos saludables entre comidas algunos ejemplos: frutas, yogur, frutos secos, vegetales.
- Consumir alimentos ricos en nutrientes. Probar diferentes preparaciones que incluyan: verduras, frutas, legumbres, lácteos, carnes magras, pescado, pollo, huevo y cereales preferentemente integrales.
- Controlar el consumo de sal, azúcar y grasas saturadas.
- Hidratarse correctamente, seleccionar agua potable o bebidas sin azúcar agregada.
- Realizar actividad física con frecuencia semanal.
- Recordar alimentación saludable, actividad física y descanso adecuado.
Es muy importante para saber seleccionar un alimento saludable el etiquetado de los alimentos, ya que promueve una selección informada de alimentos y orienta a los consumidores en la compra de alimentos más sanos.
A la vez, el etiquetado brinda información directa para identificar en forma rápida y fácil los productos que contienen cantidades en exceso de sodio, azúcares, grasas saturadas, grasas totales y calorías. Necesita menor esfuerzo cognitivo y menos tiempo en el momento de la compra. Tiene mayor acuerdo con las Guías Alimentarias de la Población Argentina, este sistema basado en las directrices de la ingesta de nutrientes de la OMS con evidencia científica.
* Eugenia Briz (Mat MP 95) es licenciada en Nutrición UBA.