Por qué comer uvas mejora la depresión

El poder de las uvas contra la depresión (Foto: Pixabay)
El poder de las uvas contra la depresión (Foto: Pixabay)

De acuerdo con un estudio en animales de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, se ha demostrado que un compuesto de polifenol elaborado con jugo de uva Concord, extracto de semilla de uva y trans-resveratrol es prometedor para el tratamiento de la depresión.

Al parecer, dos fitoquímicos en particular – ácido dihidrocafónico (DHCA) y malvidin-3′-O-glucósido (Mal-gluc) – son los responsables de los efectos beneficiosos, algunos de estos son la modulación de la inflamación y la plasticidad sináptica, lo que aumentó sumamente la resiliencia contra la depresión inducida por el estrés en los ratones.

Lo que reveló el estudio

Algunas investigaciones previas descubrieron que una única dosis de resveratrol puede mejorar el flujo sanguíneo al cerebro y mejorar diversos aspectos de la función cerebral, como la reducción de la inflamación que puede derivarse a la protección contra la depresión.

El estudio presentado reveló que los compuestos derivados de la uva abordan las células y vías moleculares relacionadas con la inflamación mientras que modulan la plasticidad sináptica, alteraciones que se han relacionado con la depresión.

Ante el estrés crónico (o estrés traumático agudo), actúa como el factor más significativo en la susceptibilidad de una persona a la depresión.

Cómo beneficia el resveratrol

El compuesto de uva, el resveratrol, que también se encuentra en frambuesas, y otras bayas oscuras, granadas, vino tinto y chocolate negro, ha demostrado previamente tener efectos antidepresivos en ratones y ratas.

En un estudio, el resveratrol mostró «efectos similares a los antidepresivos», esto posiblemente se debe a la activación del factor neurotrófico derivado del cerebro del hipocampo. Esto promueve neuronas cerebrales sanas y los niveles suelen ser bajos en personas con depresión.

El sol, amigo de los estados anímicos

La exposición a la luz solar ayuda a optimizar sus niveles de vitamina D (otro factor relacionado con la depresión) e influye en su estado mental a través de otros mecanismos, como la regulación del ritmo circadiano y la producción de serotonina, que se libera en respuesta a esta exposición.

Si no tiene acceso a la luz solar de forma regular, la terapia de luz de espectro total puede ser una alternativa útil. En un estudio realizado por 8 semanas, tanto la terapia con luz por sí sola como el placebo fueron más efectivos que los antidepresivos para el tratamiento de la depresión que iba de un nivel moderado a severo.

Por qué el ejercicio disminuye la depresión

Además de los suplementos, una estrategia que beneficiará a la mayoría de las personas es el ejercicio regular.

Incluso para algunas personas una mínima cantidad de ejercicio puede ser suficiente para combatir la depresión – como mínimo 1 hora a la semana. De acuerdo con un estudio realizado hace 11 años, las personas que practicaban ejercicio regularmente durante 1 hora a la semana eran menos propensas a deprimirse.

Por otro lado, aquellos que no hicieron ejercicio tenían un 44% más de probabilidades de sufrir depresión en comparación con los que lo hicieron durante al menos 1 o 2 horas a la semana.

Tenga en cuenta que la actividad física abarca tanto al «ejercicio» como a muchos movimientos diarios que no son categorizados como ejercicio en sí, de modo que esté en movimiento casi siempre (excepto cuando duerme).

Pasar tiempo en la naturaleza – como hacer jardinería o visitar un parque – también puede ayudar a aliviar la ansiedad y los síntomas depresivos, como practicar meditación.

Los mejores suplementos que ayudan

Puede obtener otros comprobados potenciadores del estado de ánimo en los alimentos que consume o, como variante, en la alternativa de los suplementos:

Magnesio. Los suplementos de magnesio produjeron mejoras en la depresión de leve a moderada en los adultos, asimismo se presentaron efectos beneficiosos a las 2 semanas del tratamiento.

Las grasas omega-3. Como se ha demostrado, propician mejoras en el trastorno depresivo mayor. Obtenga suficiente omega-3 de su alimentación, ya sea de salmón rosa, sardinas, arenque, caballa y anchoas, o a través de un suplemento de omega-3 de origen animal de alta calidad.

Vitaminas B. Los niveles bajos de vitaminas B son comunes en pacientes con depresión, mientras que los suplementos de vitamina B han demostrado mejorar sus síntomas.

Folato. Ayuda a su cuerpo a producir neurotransmisores reguladores del estado de ánimo, como la serotonina y dopamina.

• Probióticos. Un pequeño estudio en el que participaron adultos diagnosticados con SII (síndrome del intestino irritable) y depresión, descubrió que el probiótico Bifidobacterium longum proporcionaba alivio para la depresión. Comer alimentos fermentados con regularidad es una excelente manera de proporcionarle a su cuerpo una continua fuente de probióticos.

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