Un sinnúmero de compañías en EEUU está empleando nuevas tecnologías al servicio de que las personas tengan un sueño más reparador, con productos como almohadas que monitorean sus patrones al dormitar o una cama que se ajusta automáticamente en función de la forma en que se mueve una persona al dormir.
El interés por el sueño se intensificó. Algunas empresas especializadas están haciendo sensores que prometen medir y mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, los expertos advierten que estos productos son imprecisos todavía y que podrían pasar al menos cinco años para que cumplan algunas de sus promesas.
El número de los llamados centros de sueño acreditados por la American Academy of Sleep Medicine (Academia de Medicina del Sueño de Estados Unidos) casi se triplicó entre el 2000 y 2015, según el grupo.
“Las personas son más propensas ahora a presumir más sobre cuánto gastaron por un colchón que en su ropa”, aseguró Marian Salzman, directora de Havas PR North America y agregó que “el sueño es el nuevo símbolo de estatus”.
Uno de los productos más caros es la cama Sleep Number 360 Smart Bed, que cuesta entre u$s 3.449 y 4.999. La cama se ajusta automáticamente con base en lo inquietas que son las personas mientras están durmiendo. La almohada Zeeq de la marca REM-Fit, que se vende por u$s 299, monitorea los ronquidos y puede vibrar suavemente para persuadir al durmiente a cambiar de posición.
”Estoy más dispuesto a gastar en tecnología de sueño porque espero que me ayude a caer dormido más rápido, dormir más tiempo y estar más descansado cuando me despierte”, explica Frank Ribitch, un autollamado “adicto a los gadgets” y residente de la ciudad de Martinez, California. Ribitch monitorea su sueño con aplicaciones conectadas a una cama Sleep Number y a la almohada Zeeq.
Las autoridades federales advirtieron que la falta de sueño reparador es un problema de salud pública. Afirman que más de un tercio de los adultos estadounidenses no duermen lo suficiente de forma regular. Eso puede contribuir a problemas como obesidad y diabetes. Un estudio publicado por Rand Corp. calculó que eso significa una pérdida financiera para las compañías estadounidenses de hasta 411.000 millones de dólares al año.
Encontrar soluciones podría ser una empresa lucrativa. A principios de este año Apple Inc. compró Beddit, con sede en Finlandia, que estaba creando una aplicación y un dispositivo de monitoreo del sueño. El sensor de u$s 150 dólares comienza a funcionar cuando una persona se acuesta y analiza datos como el tiempo que alguien está dormido antes de despertar. También monitorea la frecuencia cardíaca, la temperatura, el movimiento y los ronquidos.