La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, destacó que más del 75% de las personas con problemas mentales en países en desarrollo no recibe tratamiento, e instó a «llenar este vacío» mediante la integración de estos servicios en la sanidad primaria.
«Los desórdenes mentales suponen un 14% de las enfermedades del mundo, y tres cuartas partes de las personas afectadas viven en países con un nivel de renta medio y bajo», dijo Chan al presentar un informe-guía que propone adaptar estos servicios a los centros sanitarios no especializados.
Chan recordó que la financiación media que se destina a estas enfermedades no llega al 2% del presupuesto sanitario público, un déficit que, en su opinión, se escuda en «la idea errónea de que mejorar estos servicios requiere tecnología especializada y personal altamente cualificado». En otras palabras, dijo que ampliarlos “sólo supone dos dólares por persona al año”.
La directora general de la OMS respaldó el informe que, elaborado por más de 200 expertos, sugiere la inclusión de estos tratamientos y terapias como una parte elemental de la sanidad primaria, y remarcó que más de 150 millones de personas en el mundo sufren depresión y cerca de 125 millones tienen problemas de alcoholismo.
«¿Cómo podemos seguir ignorando un problema de esta magnitud?», se cuestionó Chan y, volviendo a las cifras, describió que más de 40 millones de personas en el mundo sufren epilepsia, 24 millones padecen Alzheimer y otras demencias y, cada año, un millón de personas se quitan la vida. «Esto supone un suicidio cada cuarenta segundos», añadió.
E
l impacto de estas enfermedades es «significativo», añadió, porque muchas personas desarrollan estos desórdenes en la infancia y no reciben ningún tratamiento a lo largo de su vida, una carencia que «a veces viene acompañada del estigma social que sufren estos enfermos».
Con esta guía de la OMS, millones de estos pacientes podrán beneficiarse de un sistema de diágnostico y tratamiento simplificado que extiende estas competencias a los profesionales no especializados en desórdenes mentales, entre ellos médicos, enfermeros y otro personal sanitario.
«Es un logro clave y necesario», opinó Chan, quien advirtió de que «una persona de cada cuatro padecerá un desorden mental a lo largo de su vida». La guía elaborada por la OMS, que ya se está experimentado en Etiopía, Jordania, Nigeria, Panamá, Sierra Leona y las islas Salomón, ayuda al personal sanitario a «identificar, por ejemplo, una depresión y a proveer asistencia psicosocial», añadió Shekhar Saxena, director de Salud Mental de la OMS.
«Hay que combatir la interpretación de que el cuidado a la salud mental es un lujo sanitario», subrayó Chan. «Los problemas mentales son desórdenes reales. Provocan sufrimiento, síntomas y pueden conducir a la muerte», concluyó Chan.