Las autoridades educativas de los Países Bajos endurecerán a partir de ahora el control sobre el uso de analgésicos como el paracetamol en los institutos de enseñanza secundaria, donde se ha detectado que muchas adolescentes abusan de ese remedio para evitar las molestias de una dieta agresiva.
Según cuentan hoy los periódicos holandeses «Algemeen Dagblad» y «de Volkskrant», las autoridades han detectado que muchas adolescentes llegan a clase «sin haber desayunado casi ni bebido nada» y, para evitar los dolores de cabeza o de estómago por esos regímenes tan radicales para adelgazar, consumen «de forma abusiva» medicamentos como el paracetamol.
A pesar de que existe en Holanda un estricto protoloco sobre el uso y reparto de medicinas a los alumnos durante la jornada de estudios, en los centros escolares de ciudades como Roterdam, Drenthe, Groninga, la región de Frisia o en Utrecht «se está prestando una atención especial a este fenómeno», debido al «elevado número de casos».
Entre las medidas que se proponen, además de la consulta con un médico y con las familias de las afectadas, se estudian medidas como «un control estricto» a la entrada de los centros escolares, para ver si las alumnas traen ese tipo de medicamentos a las aulas.
De hecho, las adolescentes son las principales consumidoras, de forma abusiva, de paracetamol debido a que «se meten en dietas muy duras para adelgazar», informan ambos medios.
«Muchas chicas tienen vergüenza de comer cuando están en presencia de sus compañeras de clase» afirma la doctora Ellen van Est.
«Para las jóvenes es muy perjudicial ingerir paracetamol de forma diaria. En realidad son incapaces de deducir, por ellas mismas, que los dolores de cabeza que padecen son consecuencia del escaso alimento que ingieren. Además de las familias, los colegios deben tomar cartas en el asunto y proponerles un cambio de estilo de vida. Simplemente tienen que permitirse comer bien», aseguró la experta en nutrición.