El Ministerio de Salud de la Nación presentó el “Protocolo para la atención integral de personas víctimas de violaciones sexuales” destinado al personal de salud y concebido como una herramienta con perspectiva de derechos, cuyo objetivo es evitar que se vuelva a victimizar a quienes pasan por una situación de abuso sexual.
Paula Ferro, coordinadora del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (PNSSyPR) explicó los ejes fundamentales del material que se difundió Jefatura de Gabinete, en Julio A. Roca 782 de la ciudad de Buenos Aires.
«El Protocolo habla de violaciones tanto de mujeres como de varones», explicó la funcionaria, quien lo definió como un material «con perpectiva de derechos, integral y comprensivo».
Ferro destacó «el trabajo conjunto que propone, concebido para evitar que se revictimice a las personas que llegan al hospital». Indicó que habla de niñas y niños «pero sólo en la parte médica pediátrica, ya que el proyecto es hacer un material específico relacionado con la niñez víctima de violaciones».
El instructivo determina que una violación «es siempre una situación de urgencia y debe ser atendida de inmediato» y recuerda que «puede denunciarse hasta varios años después de producida, pues está probado que el impacto emocional, la vergüenza y la culpa hacen que lleve un tiempo diferente a cada persona tomar esta decisión».
Es por esto que el sistema de salud «no requiere la denuncia para garantizar la atención», enfatiza el documento.
Otro punto que resaltó Ferro «son los pasos que se proponen para organizar el sistema hospitalario, para brindar una atención comprensiva y contenedora a las víctimas».
El tratamiento médico para las personas víctimas de una violación consiste en la atención inmediata de las lesiones, la aplicación de medicación para prevenir el VIH/sida y la hepatitis B y, en caso de estar a tiempo de hacerlo, tratamientos para las infecciones de transmisión sexual y anticoncepción hormonal de emergencia. La atención integral además incluye contención psicológica y asesoramiento para denunciar, en caso de que la víctima decida hacerlo.
Si bien de los 1.051 hospitales de la Argentina, 374 reportan contar con algún dispositivo de atención a víctimas de violencia sexual, Ferro consideró «que es importante que adopten y adapten a sus realidades el protocolo nacional».
La funcionaria confirmó que su equipo elaboró “un plan de trabajo para que las provincias lo apliquen, que además contempla un monitoreo de los casos y un seguimiento».
También consideró fundamental que cada jurisdicción «encuentre la mejor modalidad para aplicarlo, para lo cual es necesario trabajar con otras instituciones, como la policía o el Poder Judicial».
Según las últimas estadísticas elaboradas por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, en el año 2008, se realizaron en todo el país 10.604 denuncias por delitos contra la integridad sexual, de las cuales 3.367 corresponden a violaciones.
Sin embargo, «se calcula que las cifras reales son más altas, ya que un número significativo de víctimas no realiza la denuncia», reconoce el material elaborado por Salud.
La presentación del «Protocolo para la atención integral de personas víctimas de violaciones sexuales» estuvo a cargo del subsecretario de Salud Comunitaria nacional, Guillermo González Prieto y de la experta Silvia Chejter, quien redactó el documento y expuso las características del instructivo.
También disertaron el director nacional de Sida y ETS, Carlos Falistocco, y Paula Ferro, que explicaron la estrategia de implementación a nivel nacional.
El Protocolo fue elaborado a partir de las recomendaciones de un comité de expertos convocado por el Ministerio de Salud de la Nación e integrado por el Programa Víctimas Contra la Violencia del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación.
También participaron especialistas de la Asociación Médica Argentina de Anticoncepción, la coordinadora del Programa de Asistencia a Víctimas de Violencia Sexual de la Ciudad de Buenos Aires y referentes de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil.
El material nacional recupera las experiencias vigentes en Brasil, Puerto Rico y los protocolos locales de la ciudad de Buenos Aires y de Santiago del Estero, que cuenta desde 2009, con un dispositivo de atención que se desarrolló con asesoramiento del Consorcio Nacional de Derechos Reproductivos y Sexuales (CONDERS).
Según informó el Ministerio se imprimieron 20 mil ejemplares del instructivo que serán distribuidos en los hospitales del país, y al que se puede acceder en línea a través de http://www.msal.gov.ar/saludsexual.