El ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, dijo que el país se encuentra en «alerta máxima» tras dos nuevos posibles casos de hantavirus en la región centrosureña del Bío Bío, donde ya se registraron tres muertes por la enfermedad.
El funcionario dijo a Radio Cooperativa, de Santiago, que hay alerta máxima ya que la semana pasada dos personas provenientes de la cárcel El Manzano II, en Concepción, fallecieron tras padecer el hantavirus y hace dos días una tercera persona de la región, no vinculada a los infectados en la cárcel, murió tras padecer la infección, consigna la agencia DPA.
Los nuevos casos son trabajadores vinculados a la empresa concesionaria que maneja la cárcel y de las cual Mañalich dijo, «consultaron por síntomas similares».
«Uno de ellos tiene síntomas bastante compatibles con la enfermedad y hay que esperar la certificación del laboratorio del Instituto de Salud Pública para saber si realmente corresponde o no», señaló.
«En una semana tenemos tres fallecidos por hanta y necesariamente del punto de vista de salud pública, uno tiene que mirarlo como una señal de alerta máxima, un alerta roja, porque es la punta del iceberg», remarcó.
Sobre las posibles causas del brote, Mañalich señaló una posible vinculación con los incendios forestales dado que podrían haber provocado, «cambios en el hábitat del roedor y haberlo hecho movilizarse a zonas donde va de paseo el ser humano».
El titular de Salud, al hacer el balance, se refirió a que los dos fallecidos del penal son diagnósticos «comprobados» y que ahora investigan ocho casos de reos hospitalizados que presentan síntomas similares.
La tercera víctima se infectó presuntamente tras una actividad turística, que según el Ministro, «es el mecanismo habitual de contagio de la enfermedad».
Aunque la enfermedad está localizada en el recinto penitenciario, hay alerta vigente para toda la región del Bío Bío, ubicada unos 500 kilómetros al sur de Santiago de Chile.
El hantavirus es transmitido a través de roedores silvestres infectados y se le adjudica principalmente al llamado «ratón colilargo».