Investigadores estadounidenses hallaron un compuesto que finalmente podría conducir al desarrollo de una píldora anticonceptiva para hombres. En experimentos de laboratorio, ratones macho que recibieron el fármaco se volvieron completamente infértiles durante el tratamiento, dado que producían menos cantidad de espermatozoides, y con menor movilidad.
La medicación, originalmente probada como parte de un proyecto de investigación oncológico más amplio, no afecta el sistema hormonal o el deseo sexual, según el equipo de investigadores.
«No hay efecto sobre la confianza sexual de los ratones. Los animales exhiben una frecuencia de copulación normal», dijo el doctor James Bradner, del Instituto Oncológico Dana-Farber en Boston, cuyo estudio aparece en la revista Cell.
Además, el efecto es completamente reversible, ya que cuando los médicos dejaron de administrarles el fármaco, los ratones pudieron ser padres de crías saludables, sin efectos secundarios aparentes, expresó Bradner.
Los científicos señalan que la investigación es emocionante porque brinda un enfoque único al problema de la anticoncepción masculina, que yace ampliamente en métodos menos confiables como el uso del preservativo, o procedimientos más permanentes como las vasectomía.
El laboratorio de Bradner se especializa en el desarrollo de nuevos fármacos para minar la memoria molecular de las células cancerosas, que les ordena reproducirse.
Esos indicadores de memoria están distribuidos en todo el genoma, el ADN que conforma el código genético de una persona, y Bradner los compara con notas recordatorias que le dan instrucciones a las células.
El equipo estaba experimentando con un compuesto desarrollado en el laboratorio de Bradner llamado JQ1, que originalmente fue sintetizado en el Centro Dana-Farber para bloquear el gen causante de cáncer BRD4.
Los expertos descubrieron que parecía apuntar a una proteína específica de los testículos llamada BRDT, que le enseña a madurar a los espermatozoides.
Bradner dijo que el compuesto no parece hacer daño a las células productoras de semen, aunque éstas olvidan cómo crear espermatozoides maduros mientras están bajo la influencia del medicamento.
Bradner contactó al experto en medicina reproductiva Martin Matzuk, del Baylor College of Medicine y otro de los autores del informe, y su equipo probó el compuesto en ratones.
Lo que hallaron es que los animales comenzaron a producir menos espermatozoides, y que los que generaban eran malos nadadores. Y que el efecto desaparecía al discontinuar el uso del medicamento.
El hallazgo es sorprendente porque pocas medicinas pueden atravesar una barrera que protege a los testículos de las sustancias que flotan cerca de ellos en el torrente sanguíneo.
William Bremner, de la University of Washington en Seattle, quien no participó del estudio, dijo en un comentario que se trata de «gran un nuevo enfoque», dado que no se ha generado un contraceptivo masculino reversible para los hombres desde el desarrollo del preservativo siglos atrás.
Otros equipos han creado píldoras hormonales efectivas, pero que destruyen el equilibrio hormonal masculino, dijo Bremner.
Bradner informó que su equipo está trabajando para perfeccionar el medicamento para que sólo actúe sobre las células en los testículos, y no sobre las células cancerosas.
Si bien hay muchas pruebas por hacer antes de que pueda ser un fármaco aprobado, los expertos creen que el nuevo enfoque puede ser «completamente trasladado a los hombres y así brindar una estrategia novedosa y eficaz para la anticoncepción masculina».