Recomiendan controlar las carótidas para prevenir el ACV

Expertos señalaron que con una simple examen clínico de auscultación de cuello se puede detectar una obstrucción. Pero el estudio que la confirma es el eco-doppler.

Expertos del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) recomiendan chequear las carótidas para prevenir accidentes cerebrovasculares (ACV) y la enfermedad coronaria.

Cuando existe aterosclerosis, estas arterias se pueden obstruir y producir un ACV, la tercera causa de muerte en Occidente y primera en términos de discapacidad.

Pero un control de rutina, que puede efectuarse simplemente auscultando el cuello o mediante un eco-doppler, permite alertar sobre la presencia de una obstrucción.

De haberla, se trata por cirugía convencional o mediante «angioplastia carotídea con stent», un procedimiento que no requiere anestesia general ni internación durante varios días.

El CACI alerta al respecto bajo el lema «La carótida habla; escuchemos antes de que se produzca un ACV».

Las carótidas son dos grandes arterias ubicadas en el cuello, y suministran sangre rica en oxígeno al cerebro. Su obstrucción, generalmente debido a la acumulación de placas de ateroma (aterosclerosis), es una frecuente causa de eventos que pueden producir discapacidad y muerte.

La enfermedad de carótida suele ser asintomática, hasta que se presenta con un ACV o el más moderado accidente isquémico transitorio (AIT), un déficit neurológico cuya duración suele ser inferior a las 24 horas y se manifiesta con ceguera fugaz de un ojo, pérdida de fuerza en un brazo o pierna y dificultades para expresarse, entre otros síntomas.

Antonio Pocoví, médico cardioangiólogo y expresidente del CACI, explicó que “con un simple examen clínico de rutina, mediante la auscultación de ambas arterias carótidas, se puede detectar la presencia de obstrucciones en las mismas».

«Entre los métodos de diagnóstico más útiles, sin duda el eco-doppler de los vasos del cuello figura en primer lugar. Es un procedimiento no invasivo, relativamente rápido y con un costo razonable para el sistema de salud», afirmó.

El experto opinó que «este estudio debería formar parte de los chequeos anuales de rutina, en personas mayores de 50 años y en aquellas con factores de riesgo cardiovascular (colesterol elevado, diabetes, hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, sedentarismo) o antecedentes personales o familiares de enfermedad cardiovascular».

«Todo paciente sintomático (con un AIT previo) y con una obstrucción carotídea igual o mayor al 50% debe ser sometido lo antes posible a un procedimiento de revascularización», aconsejó el especialista.

Para casos de pacientes asintomáticos, deben ser revascularizado «cuando la obstrucción es igual o mayor al 80%», dijo.

«Para tratar dichas obstrucciones, durante muchos años la única opción fue la cirugía (endarterectomía), método en el que la Argentina fue pionera. Sin embargo, en el presente existe un consenso cada vez mayor para realizar la revascularización por vía endovascular mediante la realización de una angioplastia con colocación de un stent auto-expandible en la arteria carótida y con protección cerebral», detalló.

Según el CACI, sólo en 2008 se realizaron más de 6.000 estudios diagnósticos de las carótidas y más de mil angioplastias carotídeas con stent en centros de cardiología intervencionista acreditados de la Argentina, con una tendencia en alza. 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí