Un reciente estudio concluyó que alimentar a un bebé con leche materna estimula la capacidad de que éste ascienda en la escala social en la adultez y disminuye las posibilidades de que descienda. El trabajo, publicado en Archives of Disease in Childhood‘, reafirma que lactancia mejora el desarrollo del cerebro, aumenta el intelecto y por otra parte, hasta disminuye el estrés.
Las conclusiones que reproduce la agencia Europa Press se basan en los cambios en escala social de dos grupos de personas nacidas en el año 1958 (17.419 personas) y en 1970 (16.771 personas). Los investigadores habían preguntado a la madre de los niños cuando ellos tenían entre 5 y 7 años si les habían dado el pecho.
Calificaron la clase social en una escala de cuatro puntos: desde no calificados/manual hasta semi-calificada de profesional/empresarial.
Más allá de que la movilidad social también cambió con el tiempo y los nacidos en 1970 tenían más chances de ascenso y menos de descender, el análisis mostró que los niños que habían sido amamantados tuvieron consistentemente más probabilidades de haber subido en la escala social que los que habían tomado leche de vaca.
Según especificó la investigación, la magnitud del efecto «lactancia» fue el mismo en ambos períodos, ya que la práctica aumentó las posibilidades de movilidad ascendente en un 24% y redujo las chances de movilidad descendente en un 20% para ambos grupos.
Los autores postularon que dar el pecho mejora el desarrollo del cerebro del bebé, lo que aumenta el intelecto, además de que los niños amamantados también mostraron menos signos de estrés. La evidencia sugiere que la leche materna aporta beneficios a la salud de una amplia gama a largo plazo y que las ventajas persisten en la edad adulta.
Pero aclararon que es difícil determinar con precisión qué ofrece mayor beneficio para el niño: si los nutrientes que se encuentran en la leche materna o el contacto piel a piel y la unión asociada durante la lactancia.
«Tal vez la combinación de contacto físico y los nutrientes más adecuados necesarios para el crecimiento y desarrollo del cerebro está implicados en la mejora neurocognitiva y los resultados de adulto de los niños alimentados con leche materna», conclu