El cáncer de mama es el más frecuente en la mujer y la primera causa de muerte por enfermedades oncológicas en adultas de entre 35 y 70 años. Se estima que cada año existen 16.000 casos nuevos y fallecen 6.000 mujeres.
La reconstrucción mamaria debe ser considerada luego de realizar el diagnóstico inicial, ya que marca el final del tratamiento del cáncer y el camino de regreso a una vida normal.
La mama es un símbolo importante de feminidad en muchas culturas. Luego de padecer cáncer de seno, muchas mujeres sienten que ya no son sexualmente atractivas o se sienten desvalorizadas.
Aún cuando el tratamiento no implique la resección de toda la mama, su apariencia puede resultar modificada. Esos cambios estéticos pueden ser corregidos mediante reconstrucción mamaria, cuyo objetivo general es restaurar la forma de la mama faltante.
La calidad de la reconstrucción mamaria va a depender no solamente de la habilidad del cirujano, sino también de la cantidad de tejido mamario faltante, del estado de salud general del paciente, y de otros factores. De todas maneras, ningún cirujano puede garantizar un resultado exitoso, porque cada paciente es único y cada caso es diferente.
¿Cómo se reconstruye una mama?
En una mastectomía se reseca el tejido mamario y la piel que lo recubre. Para reconstruir una mama se debe reemplazar dicho tejido (piel y mama), ya sea con tejido de otra parte del cuerpo o con un sustituto adecuado. Cada método tiene ventajas y desventajas, y ninguna técnica es perfecta.
Existen básicamente dos tipos de reconstrucción mamaria. La primera es con implantes de material prefabricado colocado debajo de la piel. En ella, el tejido mamario es reemplazado por una prótesis similar a la utilizada en una cirugía estética de aumento de tamaño.
La segunda es la reconstrucción mamaria con tejido autólogo que es principalmente piel y tejido adiposo transferido desde otra parte del cuerpo de la misma paciente. El tejido más utilizado para crear una nueva mama proviene de la región abdominal baja, donde la mayoría de las mujeres presentan un exceso de cantidad.
Reconstrucción del complejo areola-pezón
Aunque el objetivo principal de la reconstrucción mamaria es que el paciente se vea de manera natural cuando está vestido, muchos también quieren verse así cuando están desnudos, por lo que reconstruir el el pezón es importante, ya que permite aumentar la ilusión de una mama natural.
Las técnicas para reconstruir el pezón son sencillas y se llevan a cabo entre 8 y 12 semanas luego de la reconstrucción mamaria. En el caso de la reconstrucción de la areola, se realiza mediante un tatuaje, 6 semanas luego de la reconstrucción del pezón.
Algunos mitos acerca de la reconstrucción mamaria
¿Puede realizarse en forma inmediata? Sí, puede hacerse en el mismo momento de la mastectomía, o efectuarse meses o años más tarde.
¿Se pierde sensibilidad? Sí, con el implante mamario, la mama no se ve ni se siente tan natural, no se mueve como la mama original y tiende a quedar rígida en vez de caer naturalmente hacia un lado cuando la mujer se acuesta.
¿Las prótesis deben cambiarse después de unos años? La mayoría de los implantes sufren un cierto desgaste y se recomienda cambiarlos cada quince años.
* Asesoró el Dr. Gonzalo Bardot, Cirujano Plástico en el Hospital de Clínicas José de San Martín y en Renaissance Aesthetic and Orthomolecular Center.