Un equipo de investigadores de la Universidad de Kioto (oeste de Japón) consiguieron dilatar, en roedores, el avance de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa, gracias al uso de células humanas reprogramadas en células madre pluripotentes inducidas (iPS).
Los científicos japoneses, dirigidos por Haruhisa Inoue, consiguieron ampliar en un 8% la duración de la vida de los ratones enfermos de ELA a través del trasplante de células progenitoras neuronales ricas en proteínas gliliales.Esta sustancia, derivada de las células humanas pluripotentes inducidas, permite asegurar la nutrición y el mantenimiento de las neuronas.
La ELA, denominada también enfermedad de Charcot, produce una muerte progresiva de las motoneuronas, encargadas de dirigir los músculos, lo que provoca una atrofia muscular y la invalidez de manera más o menos progresiva.
El pronóstico, imprevisible, de esta enfermedad varía de un paciente a otro. Algunos mueren rápidamente por la paralización de los músculos respiratorios, si bien otros pueden permanecer en el mismo estado durante años.
Así, el trasplante de iPS permite atenuar la degeneración de las motoneuronas, responsables de la degradación del estado físico del paciente, quien sufre una paralización muscular progresiva.
«Nuestros trabajos muestran la potencial eficacia de la terapia celular regenerativa para la ELA mediante el uso de células iPS», si bien se está lejos de hallar un eventual remedio a esta enfermedad degenerativa, declararon los investigadores.
Los trabajos sobre las células iPS, iniciados por el japonés premio Nobel de Medicina Shinya Yamanaka, son una prioridad en Japón, donde el gobierno otorga financiación importante para su investigación.