Una encuesta realizada en Argentina reveló que en tres de cada diez parejas que consultaron por problemas de fertilidad, la mujer superaba los 35 años, mientras que más del 70% sospechó que tenía un problema de esa naturaleza «recién después de un año de buscar la concepción».
La investigación fue desarrollada por la Asociación Concebir, un grupo de apoyo para parejas con trastornos en la reproducción, con motivo del Mes Internacional por el Cuidado de la Fertilidad, que se conmemora en todo el mundo en junio.
Según los especialistas, la edad de la mujer es fundamental, ya que la probabilidad de concebir disminuye con cada año que pasa. A pesar de ese dato, en más del 30% de las consultas relevadas en esta encuesta, la mujer tenía más de 35 años.
Isabel de Rolando, presidenta de Concebir, sostuvo que la información es la aliada principal. “Muchas personas demoran la consulta por temor a lo que el médico pueda decirles, pensando que inevitablemente tendrán que recurrir a los procedimientos de alta complejidad. Sin embargo, es al revés: si no lo hacen a tiempo, son menores las chances de tener un bebé con técnicas de baja complejidad», aseguró.
Según la titular de la asociación, “las parejas deben investigar sobre su problemática y buscar respuestas para decidir con libertad y autonomía».
Los expertos afirman que cuando la mujer tiene más de 35 años y no logra el embarazo luego de seis meses de intentarlo, tiene que acudir al especialista, mientras que si es menor, puede esperar al año. Frente a esos datos, la encuesta mostró lo contrario: casi el 40% de las afectadas que superaba esa edad tardó más de 12 meses en sospechar una dificultad para concebir.
Estela Chardón, Coordinadora general de Concebir, afirmó que el 71% de las parejas relevadas sospechó que tenía un problema después de un año de buscar la concepción, a la par que agregó que en todos los casos se debe buscar “una opinión profesional” y no apelar a las soluciones mágicas.
La investigación mostró también que la totalidad de los consultados está a favor de una ley que prevea la cobertura de tratamientos de fertilización asistida y honorarios médicos.
Concebir presentó un proyecto de Ley de Reproducción Humana Asistida en reiteradas ocasiones, «abogando por una legislación no restrictiva que garantice los derechos reproductivos y garantice las libertades individuales, pero hasta el presente no se ha logrado avanzar en el Congreso de la Nación sobre esta materia».
La encuesta reveló además que casi la totalidad de las personas con problemas de fertilidad (97%) ignora que más del 40% de los casos son solucionables con técnicas de reproducción asistida de «baja complejidad».
El especialista Marcos Horton, presidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), sostuvo que «incluso en una población teóricamente informada como la que intervino en la encuesta persisten conceptos erróneos sobre la fertilidad en general o información imprecisa acerca de resultados y tasas de éxito de los tratamientos».
Entre las técnicas de baja complejidad se incluyen la estimulación de la ovulación mediante la ingesta de hormonas y la inseminación intrauterina.
Según los médicos y asociaciones de pacientes, una escasa proporción debe acudir a las técnicas de alta complejidad tales como GIFT (transferencia de gametas a las trompas), fertilización in vitro (FIV) o ICSI (inyección de espermatozoides dentro del óvulo).
