Un niño de cuatro años en Australia fue el beneficiario del primer páncreas artificial que se coloca en el mundo y que servirá para mejorar la vida de los diabéticos de todas las edades, informaron medios del país.
La operación se realizó el miércoles en el hospital Princess Margaret de Peth, la capital del estado de Australia Occidental, de acuerdo a la radio ABC. El paciente, llamado Xavier Hames, padece diabetes del tipo 1 y vivía con el peligro constante de sufrir hipoglucemia.
El nuevo dispositivo, parecido en el tamaño y forma a un reproductor MP3, está conectado a su cuerpo a través de varios tubos conectados bajo la piel.
«El aparato reproduce la función biológica del páncreas para predecir los niveles bajos de glucosa y detener la administración de insulina», indicó el miércoles un comunicado del departamento de Salud de Australia Occidental.
Este surtidor de insulina tiene una vida media de aproximadamente cuatro años y su costo es de unos 10.000 dólares australianos, lo que equivale a 8.100 dólares estadounidenses.
La Fundación de Investigación de Diabetes Juvenil (JDRF), una organización sin fines de lucro que financió el proyecto, indicó que la tecnología monitorea los niveles de glucosa e interrumpe el suministro de insulina hasta 30 minutos antes de que ocurra un ataque hipoglucémico.
«Este dispositivo puede predecir hipoglucemia antes de que suceda y detener la administración de insulina antes de un evento previsto«, dijo Tim Jones, uno de los médicos del hospital.
El galeno insistió en que el páncreas artificial «sirve para cualquier edad» y que la tecnología se volverá con el tiempo más barata y accesible.
La madre del niño declaró que la operación tendrá un impacto importante en la vida de su hijo, a quien los padres tienen que vigilar con regularidad el nivel de glucosa.
«Tiene solo cuatro años. No puedes parar a un niño cuando quiere más espaguetis o cuando asiste a un cumpleaños”, indicó.