Por primera vez en un hospital público, realizan el primer doble implante coclear

Lo recibió una niña de tres año, que nació con hipoacusia severa. Su familia accedió a los implantes de forma gratuita para que se realice esta operación, que en el sector privado ronda los u$s 30 mil.

Por primera vez en un hospital público bonaerense, una niña de tres años con una hipoacusia severa fue sometida hoy a un implante coclear en ambos oídos, lo que le permitirá comenzar a escuchar y desarrollar el habla.

La cirugía, de cinco horas de duración, se realizó bajo la dirección del especialista Daniel Pérez Gramajo en el hospital provincial «Eva Perón» de San Martín. La familia de la nena accedió a los implantes en forma gratuita. Se trata de una intervención con un costo que ronda los 30 mil dólares en el sector privado.

«El fortalecimiento del recurso humano y técnico permite al hospital público dar respuestas de primer nivel a patologías severas como la que sufría esta nena y mejorar notablemente la calidad de vida de estos chicos», señaló el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia.

La pequeña se llama Milagros, es oriunda de San Martín y nació con una hipoacusia bilateral profunda y congénita, a raíz de un citomegalovirus que contrajo la madre durante el embarazo.

«Desde hace dos años ingresó al hospital y se la estudió en los servicios de otorrinolaringología y audiología, quienes determinaron que dado el cuadro que presentaba, la única manera de lograr que perciba algún sonido era a través de un implante coclear bilateral», explicó Jorge Azocar, jefe de Otorrinolaringología del hospital.

El especialista contó que «la primera prueba para saber si el implante funciona se hizo al final de la cirugía y resultó positiva», pero aclaró que ahora hay que esperar un mes para activar el dispositivo y luego comenzar con la rehabilitación a fin de que la pequeña desarrolle el habla y logre, a futuro, comunicarse.

El implante coclear es la colocación en el oído de un dispositivo electrónico que restablece la audición en las personas hipoacúsicas. Se coloca quirúrgicamente en el oído interno y es activado por otro aparato que se usa fuera del oído.

A diferencia del audífono, no modifica el sonido haciéndolo más claro y fuerte sino que saltea las partes dañadas del sistema auditivo y estimula directamente el nervio auditivo, lo que permite escuchar.

«La coclea es la parte del oído que convierte el estímulo sonoro en eléctrico y, de este modo, llega al nervio auditivo y al cerebro», detalló el otorrinolaringólogo Enrique Zamar, quien ya realizó 16 implantes no bilaterales en otro hospital público provincial, el Sor María Ludovica de La Plata.

El experto agregó que el dispositivo tiene un receptor que se ubica por detrás del pabellón de la oreja y se ocupa de captar el sonido externo y transmitirlo directamente a la coclea.
Los especialistas explicaron que este tipo de intervenciones no implican sólo el momento del implante: se dan en un marco extenso de estudios y análisis.

De hecho, el aparato en sí recién puede activarse unos meses después de la cirugía y, a partir de entonces, se lo va calibrando hasta que el paciente logra una percepción adecuada del sonido.

Los médicos advierten que no todos los casos de hipoacusia son «implantables», sino que se tienen que dar varios factores que permitan a los pacientes entrar al protocolo de implante, y esto implica realizar evaluaciones auditivas y de lenguaje, pruebas con los audífonos y evaluar las respuestas obtenidas por los especialistas a las estimulaciones del oído y de la lengua.

En el país se calcula que cada año nacen entre 700 y 1.200 niños con hipoacusia. Los especialistas insisten en que detección en los primeros meses de vida permite revertir hasta el 30% de las sorderas.

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